Tras la publicación de las cuentas anuales de la familia real británica, Carlos III del Reino Unido ha ordenado una serie de curiosas medidas para así bajar los gastos que genera el palacio de Buckingham. Entre ellas destacan la de ser más cuidadosos con el uso de la calefacción en los ambientes, así como la de sustituir las lámparas de gas históricas por modelos eléctricos.
Sir Michael Stevens, encargado de las finanzas de la realeza británica, ha detallado que estas medidas obedecen al deseo de mejorar la sostenibilidad ambiental de palacio por parte de Carlos III, quien como príncipe de Gales ya tomó medidas parecidas en Clarence House, su residencia oficial en Londres. Sin embargo, las medidas de ahorro tomadas por el monarca coinciden con un aumento de hasta un 5% de los gastos de la casa real.
Según las cuentas que se han hecho públicas, los gastos de la Casa Real han alcanzado los 107,5 millones de libras en el último año, lo que le ha obligado a echar mano de sus ahorros porque el presupuesto que recibe de las arcas públicas se ha quedado en 86,3 millones de libras.
El encargado de las finanzas ha relacionado estos gastos extra con el “año de tristeza, cambio y celebración” que se vivió en el Reino Unido tras la muerte de Isabel II en septiembre del año pasado y la subida al trono de Carlos III. Sir Michael Stevens ha reconocido también que la casa real “no ha sido inmune al desafío planteado por la pandemia y la inflación”.