Los príncipes Guillermo de Cambridge y Enrique de Sussex se han vuelto a encontrar, por primera vez desde el funeral de su abuelo Felipe de Edimburgo, para desvelar la estatua en homenaje a su madre, la princesa Diana de Gales, que el 1 de julio habría cumplido 60 años. Los hermanos habían recuperado el contacto en los últimos días en parte gracias a la victoria de la selección de fútbol de Inglaterra contra Alemania en la Eurocopa 2021. ¿Qué pasó luego?
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Además de haber emitido una declaración conjunta recordando la figura de su madre, ambos han tenido varios gestos significativos. Tanto el momento de develar la estatua, como en la parte previa, en la que recorrieron Kensington caminando mucho más cercanos que en el funeral del duque de Edimburgo. La reunión ha dejado varios gestos para la esperanza en una reconciliación. Pero, ¿Cómo se ha logrado este acercamiento? En parte por una afición en común entre los hijos de Diana: el fútbol.
Guillermo y Enrique también se mostraron muy cercanos en la reunión con su tío y sus tías por parte de madre, el conde Spencer y las ladies Jane Fellowes y Sarah McCorquodale, y al atender a las explicaciones que los responsables de la estatua y el jardín les dieron tras develar la figura que retrata a Lady Di con el estilo y el corte de pelo de sus últimos años, cuando ya había encontrado su propia identidad como embajadora humanitaria al margen de la Corona, tras su divorcio de Carlos de Gales.
Antes de la ceremonia, los hermanos, que llevan casi dos años distanciados, desde que Enrique tomase la decisión de abandonar la familia real, ya habían encontrado un tema en común para romper el hielo: la victoria de Inglaterra sobre Alemania en la Eurocopa 2021. Guillermo, presidente de la Asociación de Fútbol, estuvo presente en el estadio de Wembley, y el triunfo inglés sirvió para que los hermanos dejasen de lado sus diferencias para hablar del resultado, según informó Daily Mail.