Tras un breve receso a su carrera musical para ocuparse de otros, Daniel Sacroisky presentó “En mi azotea ya no hay aeropuertos”, un disco indie folk con gran presencia de instrumentos de cuerda, con el que el argentino residente en Perú vuelve a la música luego de sus aventuras literarias.
“Mi azotea se convirtió en un refugio en este tiempo de caos interno y externo. Solía sentarme a tocar, pensar y escribir, a crear canciones que hablaran de lo que es vivir: amor y desamor, vida y muerte, guerra y paz, ruido y silencio, sol y sombra, azoteas y aeropuertos”, explicó el cantautor a través de un comunicado.
Este nuevo álbum ya se encuentra disponible en plataformas digitales y muestra el lado multifacético de un artista que empezó escribiendo, descubrió el mundo de la publicidad y usó la música como válvula de escape para mostrar su lado más sensible y emotivo.
“Me inspiré en grandes discos acústicos, que mantienen un concepto y un clima de principio a fin, como algunos de Beck (‘Mutations’, ‘Sea Change’, ‘Morning Phase’), también en Kevin Johansen, Lisandro Aristimuño, José González, Gustavo Cerati, Spinetta, Radiohead, Beatles, Pink Floyd, entre otros”, precisó Daniel.
Daniel Sacroisky es también conocido por escribir “Cuarenta cuentos de cuarentena”, un libro para niños donde habla del bullying, la discriminación, la igualdad de género, la ansiedad por el encierro y el cuidado por el medio ambiente.