Isabel Bowes-Lyon, al igual que su hija, Isabel II del Reino Unido, llegó a ser reina cuando nadie lo esperaba, ni siquiera ella misma. La esposa de Jorge VI del Reino Unido fue una mujer de carácter sociable, prudente, familiar y con una salud de hierro. Prueba de ello es que murió a los 101 años. Este miércoles 30 de marzo se cumplen 20 años de la partida de la reina madre.
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Su carácter prudente fue de gran ayuda cuando la entonces princesa Isabel, heredera del trono británico, sufrió un ‘problema de vestuario’ el día de su boda con Felipe Mountbatten en el año 1947. Así se lo reveló la hoy monarca a Catalina de Cambridge en 2018 cuando recorrían una exposición del vestido de novia de la duquesa en 2011, Isabel II del Reino Unido contó la anécdota.
Isabel Bowes-Lyon mantuvo la calma
En uno de los días más importantes de su vida, Isabel desconocía que su tiara también era un collar y accidentalmente tocó el broche. Afortunadamente, el joyero real Garrard estaba disponible para solucionarlo, y la monarca añadió: “Creo que se pegó el muelle”. Isabel Bowes-Lyon, la reina madre, puso paños fríos a la situación y mantuvo la calma diciendo: “Tenemos dos horas y hay otras tiaras”.
Según la revista Tatler, mientras la princesa Isabel se vestía en el Palacio de Buckingham antes de partir hacia la Abadía de Westminster, la tiara se rompió. Afortunadamente, el joyero de la corte estaba disponible en caso de que algo ocurriese con las diversas piezas de joyería que ese día Isabel iba a llevar puestas. El especialista fue escoltado por un policía que llevó la pieza hasta su taller.
La tiara era la Queen Mary Fringe, y era “prestada”, en aquel entonces le pertenecía a su madre, a quien se lo había regalado la madre de su esposo, la reina María de Teck. Encargado por Mary en el año 1919, originalmente era un collar de flecos que llevaba en el cabello. Sin embargo, 26 años después le pidió al joyero de la corte que la convirtiera en una tiara que también se pueda usar como collar.
Hoy en día, la reina Isabel II del Reino Unido posee varias otras tiaras en este estilo. Si bien la tiara Queen Mary Fringe todavía está en la colección de la monarca , rara vez la usa. Isabel II ha prestado la pieza de joyería a su nieta, la princesa Ana, para su boda con el capitán Mark Phillips en 1973. Recientemente se la cedió a la princesa Beatriz para su boda con Edoardo Mapelli Mozzi en 2020.