A la vista de cualquiera, ser miembro de la realeza británica no es más que tener muchas ventajas y privilegios adquiridos por herencia, pero lo cierto es que hay algunas reglas que no se pueden romper, ya sea por protocolo o por simple tradición. Si bien muchas han adquirido cierta flexibilidad por los tiempos que se viven hoy, pero otras se cumplen sin chistar.
Una de las reglas que deben cumplir quienes estén arriba en el orden de sucesión a la corona es presentar a su pareja al rey o reina. Una vez el o la monarca conozca a la nueva o el nuevo integrante de la familia real británica, será ella quien decida si da el sí o no para que puedan contraer nupcias.
Es decir, para que los príncipes Guillermo y Enrique pudieran casarse con Catalina de Cambridge y Meghan de Sussex tuvieron que pedir permiso a su abuela, la reina Isabel II del Reino Unido.
Los hijos de Enrique tendrán que pedir permiso para casarse
Según el diario británico The Express, los hijos de Enrique y Meghan también deberán respetar esta regla de la familia real británica. Cuando el príncipe Carlos, quien es el padre de los príncipes Guillermo y Enrique, se convierta en rey, sus nietos deberán pasar por esta regla.
Según la línea de sucesión al trono, cuando Carlos de Gales sea el rey, el príncipe Guillermo, el príncipe Jorge, la princesa Carlota, el príncipe Luis, el príncipe Enrique y luego el hijo de Enrique, Archie tendrán que pedir el permiso para casarse.
La Ley de Sucesión a la Corona británica de 2013 estipula que estas seis personas “deben obtener el permiso del monarca antes de casarse”.
El hijo mayor del príncipe Enrique y Meghan de Sussex deberá cumplir con esta regla de la familia real británica por ser el sexto en la línea de sucesión.
Por el contrario, su hermana Lilibet no tendrá que hacerlo porque ella ya no hace parte de la ley que estipula a los primeros 6, su lugar en la sucesión a la corona es el séptimo.
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