Una nueva serie documental, cuyas escenas dejarán espantados a quienes se animen a verla, llegó a Netflix el pasado 6 de diciembre. “The Confession Killer” es la miniserie que basará su historia en Henry Lee Lucas, uno de los asesinos seriales más sangrientos de Estados Unidos, quien aseguró haber acabado con la vida de centenares de mujeres.
Aunque con el paso de los años sus declaraciones fueron desacreditadas con diversas investigaciones, muchos casos aún se encuentran sin resolver. Incluso, no llega a aparecer en la lista oficial de los mayores asesinos en serie, pero todo lo que dijo en su momento, llevando a los policías donde presuntamente había asesinado a sus víctimas, lo convirtieron en uno de los personajes más sonados y odiados.
A continuación, te contamos la verdadera historia de Henry Lee Lucas, el sujeto que le dijo a los agentes del orden haber matado a 600 personas, y que inspiró a la plataforma de streaming a realizar una serie de cinco capítulos.
¿QUIÉN ES HENRY LEE LUCAS?
Henry Lee Lucas ya era un asesino convicto cuando de pronto hizo una sorprendente confesión. Él aseguró haber matado a 600 mujeres a lo largo de Florida, Louisiana, Oklahoma y Virginia Occidental; pero según la policía, en realidad había acabado con la vida de 213 personas.
Debido a la cantidad señalada por este personaje, muchos empezaron a dudar de la veracidad de sus confesiones y más adelante se determinó con evidencia que era imposible que haya asesinado a esa cantidad de gente, aunque sí había en su haber algunos cadáveres.
Varios consideran que las declaraciones que daba este sujeto obedecían a que deseaba notoriedad y tener un trato privilegiado en la cárcel. Y así fue, pues cada vez que daba a conocer un nuevo caso en el que se culpaba, lo recompensaban de diferentes maneras: andar libremente por la cárcel, sin esposas cuando iban a algunas diligencias y los batidos de fresa que tanto le gustaban.
Incluso se cree que los agentes policiales le daban información que no se hizo pública sobre diversos asesinatos para que se culpe y den por concluido varios de ellos. Henry Lee Lucas fue sentenciado a muerte, pero el entonces gobernador de Texas George W. Bush, le conmutó la pena, al señalar que no había pruebas contundentes. Igual siguió su condena de cadena perpetua.
INFANCIA DURA Y JUVENTUD COMPLICADA
Henry Lee Lucas nació en Virginia el 23 de agosto de 1936. Debido a que era un niño no deseado por sus padres era víctima de sus maltratos físico y psicológicos. A los 10 años, perdió un ojo después de que se le infectara por una pelea.
Su madre lo vestía como a una niña y lo forzaba a ver cómo ejercía su trabajo de prostituta. Mientras que su padre, a quien le faltaba ambas piernas, murió en 1950 cuando se quedó dormido ebrio bajo el intenso frío. Su cuerpo fue encontrado congelado en el bosque.
Tras su muerte Henry abandonó definitivamente su casa e inició una carrera delictiva con pequeños robos, ingresando pronto en reformatorios y finalmente en la cárcel. Salió en libertad por poco tiempo en 1959 y volvió a su casa donde, tras una fuerte discusión con su madre la asesinó seccionándole el cuello con una navaja.
HENRY LEE LUCAS SE CONVIERTE EN ASESINO
Henry Lee Lucas aseguró que su primer asesinato lo cometió a los 17 años cuando estranguló a una joven por negarse a tener relaciones sexuales con él, pero en 1951 se retractó. Siendo su primer crimen comprobado en enero de 1960 en Michigan cuando mató a su progenitora, quien le había exigido que la cuidara.
Aunque se determinó que la mujer murió por un infarto y no por los cortes que le produjo fue condenado a prisión em Michigan, pero por su buen comportamiento fue liberado 10 años después por la superpoblación carcelaria. Esto ocurrió en junio de 1970.
Al año siguiente, en 1971, fue detenido y condenado por intentar secuestrar a colegialas. Cumplió una condena de 5 años y fue en ese periodo que contactó con una amiga de la familia que era madre soltera y saliendo de prisión, en 1975, se casaron, pero dos años después se separaron porque su hijastra lo acusó de violación. Pasado un tiempo conoció a otras mujeres con las que tuvo una relación, pero quedaron en nada porque lo acusaron de ultrajarlas.
Es así que conoce a Ottis Toole, quien tenía un pasado bastante complejo, pues había sido abusado por su hermano, con el que se hacen grandes amigos. Para ahorrar gastos vivían juntos y se dedicaban a viajar por todo Estados Unidos, mientras que a Henry le encantaba que sus víctimas tuvieran ojos y senos grandes, a su amigo le gustaban los hombres.
Lucas se volvió cercano a la sobrina de su compañero Frieda ‘Becky’ Powell, quien tenía una discapacidad intelectual. Cuando la madre y abuela de la joven fallecen ella iba a ser puesto bajo cuidado estatal, pero él la convence de fugarse. En Texas consiguen trabajo cuidando a una adulta mayor enferma de nombre Kate Rich, de 82 años.
En 1983 cuando fue detenido por posesión de un arma mortal, Henry confesó dos asesinatos: el de la octogenaria que cuidaba y de su pareja Frieda ‘Becky’ Powell, de 15 años. Y así comenzó a confesar una serie de crímenes que había cometido, llegando a contar más de 600.
A pesar de que no podía demostrarse de que fuese el autor de los asesinatos, igual le continuaron haciendo interrogatorios sobre crímenes que se habían registrado en todo el país norteamericano.
CONFESIONES DESCABELLADAS Y RECOMPENSAS
Este sujeto contó varios de sus supuestos crímenes con lujo de detalles, haciendo que las autoridades creyeran que era un asesino serial. Incluso, además de precisar cómo y dónde habían ocurrido los hechos, dibujaba con precisión a sus víctimas. A raíz de sus confesiones, la policía pudo cerrar 213 casos de asesinato sin resolver.
Informes posteriores dieron a conocer que Henry Lee Lucas, pese a estar condenado, recibió un trato preferencial, pues era llevado con frecuencia a cafeterías y restaurantes, no iba esposado, caminaba por la comisaría y cárcel a su voluntad y hasta sabía los códigos de seguridad de las puertas.
“Pudo reunir información sobre casos, muchos de los cuales ahora se ha demostrado que no lo hizo. Y, sin embargo, pudo darles información, y ellos lo creyeron. Lo creyeron tanto que comenzaron a pasar por alto hechos”, dijo el director de The Confession Killer , Robert Kenner.
¿REALMENTE MATÓ A CIENTOS DE MUJERES?
Periodistas como Hugh Aynesworth investigaron la dicho por Henry Lee Lucas para saber si había cometido la cantidad de crímenes que se atribuía, lo cual fue publicado en el diario The Dallas Times Herald.
Para desmentir realizar una simple cuenta matemática: “Calcularon que Lucas debió utilizar su camioneta Ford (que en ese entonces tenía 13 años) para cubrir casi 18 mil kilómetros en un mes para cometer los crímenes que la policía le atribuyó en un primer momento; esto daba un mínimo de 600 kilómetros por día, unas 7 horas por día manejando y las preguntas básicas surgieron: ¿no dormía, no descansaba, no comía? ¿Usaba el tiempo restante del día en cometer los crímenes, a veces planificarlo y luego tratar de ocultar los cadáveres para de vuelta subirse a la camioneta y seguir manejando? Como publicidad para la marca de la camioneta, seguramente hubiera servido, pero no para atribuirle la serie de crímenes. Después de que esto apareciera en abril de 1985 se revelaron los métodos deficientes de la fuerza creada en conjunto para investigar las declaraciones de Lucas”, publica Diario Uno.
REVOCA SUS CONFESIONES
Antes de morir de afección cardiaca en 2011, Lucas confesó y se retractó de algunas cosas que dijo, pero los casos permanecieron cerrados.
A pesar de ello, el fiscal de distrito Ken Anderson cree que Henry realmente asesinó entre tres y una docena de personas.
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