Desde hace varios años se tiene conocimiento que diversos animales recurren a hierbas medicinales para practicar la autocuración. Sin embargo, nunca se había captado a un animal salvaje aplicándose una planta para tratar sus heridas. En las últimas horas se dio a conocer el caso de Rakus, un orangután que, tras sufrir una herida en su mejilla derecha, trató sus dolores con una hierba medicinal.
Hace unos años, un orangután macho que habita en el Parque Nacional Gunung Leuser, en Sumatra del Norte, Indonesia, sufrió una herida en su mejilla derecha. Para curar sus heridas, recurrió a una planta medicinal y esta escena fue registrada por Ulil Azhari, coautor e investigador de campo del Proyecto Suaq en Medan, Indonesia.
De acuerdo con las imágenes, Rakus arrancó las hojas de una planta para tratar el dolor y la inflamación. Luego de masticar las hojas de la planta medicinal, aplicó con sus dedos los jugos de la planta hacia su mejilla derecha malherida. Acto seguido, cubrió su herida con la planta masticada para que permanezca como un vendaje, según CBS, que alude al estudio de Scientific Reports.
Pudo haber aprendido técnica de otros orangutanes
El 23 de junio del 2022, la Fundación SUAQ publicó fotografías en las que Rakus aparece, en primer lugar, con la herida facial, y en la otra, totalmente recuperado.
Aunque había documentación sobre simios buscando medicinas en los bosques para curarse, es la primera vez que se capta un comportamiento, informó un grupo de científicos el último jueves.
Aparentemente, Rakus sufrió la herida a raíz de una pelea con otro animal y, según precisa el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal en Konstanz, Alemania, los orangutanes rara vez comen plantas medicinales.
“Esta es la primera vez que observamos a un animal salvaje aplicando una planta medicinal bastante potente directamente a una herida”, dijo la coautora y bióloga de dicho instituto, Isabelle Laumer.
Los investigadores presumen que la práctica de recurrir a plantas para tratar lesiones “puede haber surgido en un ancestro común compartido por humanos y orangutanes”. No obstante, en el caso de Rakus, es posible que haya aprendido la técnica de otros orangutanes que viven fuera del parque.