A finales de abril, Joe Dupont, un hombre de California que trabaja en la industria de los laboratorios clínicos, notó manchas rojas en su cuello, pecho y otras partes del cuerpo. Al principio, el estadounidense, quien lleva un estilo de vida activo, pensó que eran simples erupciones cutáneas y no les dio mayor importancia; sin embargo, las manchas pronto comenzaron a supurar, por lo que decidió ir al hospital.
“Cuando me di cuenta de que simplemente no iba a desaparecer, fue cuando fui al hospital”, declaró el joven en conversación con el medio Daily Mail.
Preocupado por su situación, Dupont acudió al Centro Médico Ronald Reagan de UCLA en Los Ángeles. Para ese entonces, el lado izquierdo de su cuello estaba lleno de pus, tal como se puede ver en las fotos que publicó en su cuenta de X.
A pesar de los síntomas alarmantes, los médicos le diagnosticaron infección de la piel y ansiedad, y lo enviaron a casa con una receta de antibióticos y esteroides. Aunque Dupont mencionó que se había sentido un poco ansioso últimamente, no esperaba que esto fuera parte de su diagnóstico.
Sin embargo, la realidad era mucho más grave. El hombre estaba al borde de la sepsis, una respuesta extrema a una infección en la que el sistema inmunológico ataca al cuerpo, lo que puede causar insuficiencia orgánica e incluso la muerte.
Fue enviado a casa y su situación empeoró
Poco después de regresar a casa, Dupont notó que su pierna comenzó a temblar y tener espasmos, lo que inicialmente interpretó como una señal de que su cuerpo se estaba “curando”. No obstante, al despertar a la mañana siguiente, se dio cuenta de que su situación había empeorado.
“Cuando me levanté, sentí que el líquido subía a mis piernas, como si literalmente se acumulara en mis sandalias”, recordó, por lo que decidió volver al hospital.
Durante el trayecto, su estado empeoró de forma preocupante. Su corazón comenzó a latir con fuerza, sintió un intenso dolor en el pecho, comenzó a perder la visión y sintió como si un líquido se estuviera esparciendo por todo su cuerpo.
Al llegar al hospital, estaba tan débil que apenas podía caminar. Un electrocardiograma reveló latidos cardíacos erráticos y acumulación de líquido alrededor de su corazón, tal como se muestra en las alarmantes fotografías publicadas en X.
En ese momento, Dupont sufrió un ataque cardíaco, lo que provocó que su ritmo cardíaco variara radicalmente. Otras pruebas revelaron que padecía endocarditis, una inflamación del revestimiento interno que rodea las cámaras y válvulas del corazón, causada por una infección que viajó a través del torrente sanguíneo y se adhirió al corazón.
Hasta el momento, no se ha determinado claramente qué provocó esta reacción en su organismo.
Afortunadamente, pudo recuperarse
Aunque Dupont todavía enfrenta algunos problemas cardíacos residuales y los médicos trabajan para asegurar la salud a largo plazo de su corazón, él se considera afortunado de estar vivo.
“Soy increíblemente afortunado de salir de esto como lo hice”, aseguró. Ahora, usa su caso para advertir a otros sobre los peligros de un diagnóstico erróneo.
“Un diagnóstico erróneo puede ser letal”, advirtió. “Comparto esto para que otros no pasen por lo mismo. Los médicos no siguieron ningún protocolo”.
Según el medio New York Post, la sepsis cobra casi 300 mil vidas cada año en los EE. UU. y es una de las principales causas de muerte en los hospitales. También es una de las principales razones por las que los pacientes son readmitidos en centros médicos, como fue el caso de Dupont.