Cuando Mariena Browning, originaria de Pocatello, Idaho, tenía 22 años, disfrutaba de una gran forma física y estaba emocionada por sus planes futuros: comprar una casa y formar una familia con su esposo. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que, algunas semanas después, recibió una noticia devastadora: le diagnosticaron melanoma en etapa 4. La noticia la tomó por sorpresa, ya que no tenía lunares ni marcas visibles en su piel que indicaran la presencia de cáncer.
El diagnóstico la obligó a someterse a tratamientos intensos y dolorosos durante tres largos años. Durante ese tiempo, sus ojos tomaron un tono amarillento, sufrió una grave infección de colon y enfrentó múltiples desafíos médicos. Ahora, con 28 años y siendo madre primeriza, está decidida a educar a otros sobre los peligros de no usar protector solar diariamente.
“Ahora que sé lo desagradable e intenso que puede ser el melanoma y su tratamiento, soy una gran defensora de la protección solar y los controles cutáneos anuales con un dermatólogo, aunque el mío no se presentó de la forma más tradicional”, señaló la joven en conversación con la revista SELF.
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que afecta las células productoras del pigmento que da color a la piel, y en Estados Unidos, aproximadamente 1,4 millones de personas viven con esta enfermedad.
Generalmente, el melanoma se detecta cuando una persona nota una mancha inusual en la piel o un cambio en un lunar existente; sin embargo, Mariena era parte del 3% de pacientes con cáncer de piel que no tienen un “sitio primario” evidente para los médicos.
Desafortunadamente, el cáncer se desarrolló en silencio, extendiéndose desde su piel hasta sus ganglios linfáticos, donde finalmente se detectó como un bulto en su pierna en 2018. Inicialmente, fue diagnosticada en etapa 3.
Se inscribió en un ensayo clínico para recuperarse más rápido, pero las cosas no terminaron de la forma esperada
Mariena se inscribió en un ensayo clínico con la esperanza de acceder a un tratamiento más rápido y eficaz, pero justo antes de comenzar el proceso, los médicos decidieron retrasarlo para investigar un nuevo crecimiento en su estómago.
Durante este breve retraso, el ensayo clínico fue cancelado debido a efectos secundarios adversos en otros pacientes, lo que ella describió como una “intervención divina”. Lamentablemente, el nuevo crecimiento en su estómago resultó ser canceroso, elevando su diagnóstico a etapa 4 y reduciendo drásticamente sus probabilidades de supervivencia.
Cuatro días después de esta noticia, la madre se sometió a una cirugía invasiva para extirpar todos los ganglios linfáticos de su ingle izquierda, junto con los bultos en su estómago y cuello.
En noviembre de 2018, comenzó un régimen de quimioterapia oral, tomando 18 pastillas diarias durante nueve meses. Este tratamiento tuvo complicaciones graves: contrajo una infección bacteriana en el colon que le causó una hemorragia intensa. Además, en octubre de 2019, descubrió que el cáncer se había extendido a su cerebro, lo que requirió tratamiento de radiación.
A pesar de todas estas complicaciones, en febrero de 2020 recibió la noticia de que los médicos no pudieron detectar tumores en su cuerpo. Para octubre de 2021, dejó el tratamiento por completo y comenzó a retomar sus planes de vida.
Ya en junio de 2023, Mariena y su esposo dieron la bienvenida a una niña llamada Kiya, lo que fue una “bendición absoluta” ya que la concepción puede ser difícil para los pacientes recientes de cáncer.
Durante todo este proceso, la joven ha mantenido una actitud positiva y está decidida a usar su experiencia para crear conciencia sobre el melanoma.
En una publicación de Instagram de 2021, expresó su deseo de educar a otros y transmitir un mensaje de esperanza: “Todavía me encantaría más que nada difundir la concientización sobre el melanoma y ayudar a las mujeres a saber que, aunque a veces el mundo se pone patas arriba, todavía es posible encontrar personas felices y, como siempre decía mi abuelo, ‘sigue sonriendo’ incluso cuando la vida no parece justa o te sientas muy atrás de los demás”.
Cuáles son los síntomas del cáncer de piel
Según Mayo Clinic, el cáncer de piel se suele desarrollar en la piel expuesta al sol, pero también puede ocurrir en zonas de piel que normalmente no están expuestas a la luz solar.
Los signos de melanoma incluyen los siguientes:
- Un área grande y amarronada con pintitas más oscuras.
- Un lunar que cambia de color, tamaño o sensación, o que sangra.
- Una lesión pequeña con un borde irregular y partes que aparecen de color rojo, rosa, blanco, azul o azul oscuro.
- Una lesión dolorosa que pica o arde.