Morit Summers es una mujer de Nueva York, Estados Unidos (EE.UU.), cuya historia ha sorprendido en redes sociales. Tiene 36 años y es dueña de un gimnasio en el que trabaja como entrenadora personal, a pesar de lucir como alguien que no se ejercita con regularidad.
Según dijo en conversación con el medio New York Post, de niña odiaba verse en el espejo. Al llegar a pesar más de 200 libras (90 kg), los médicos le recomendaron seguir una dieta sana y someterse a una cirugía, pero eso la hizo sentir peor.
A los 14 años, su familia contrató a un entrenador personal para que baje de peso. Aunque se fortaleció y su autoestima mejoró, nunca se llegó a sentir del todo cómoda con el ejercicio.
Este episodio de su vida, sin embargo, le hizo darse cuenta de que quería ayudar a otras personas a lograr sus objetivos personales y alcanzar un buen estado físico. Todo ello sin preocuparse del peso que marque una balanza.
“No tengo idea de lo que peso”
“No tengo idea de lo que peso. Hace tres años que no me subo a una báscula. Es un lugar tóxico”, señaló Summers, quien cuenta con una certificación de entrenadora.
“Si su objetivo es estar definido, no tener grasa corporal y llorar durante su sesión de entrenamiento, no soy el entrenador para usted”, agregó.
La mujer indicó que sus servicios están destinados a personas que buscan fortalecerse y estar saludables sin fijarse en la pérdida de peso.
Por otra parte, afirma que personas de talla grande y que desean mejorar su estado físico recurren a ella de forma presencial o por medio de las redes sociales.
Tiene su propio gimnasio
En 2017, Summers abrió el gimnasio Form Fitness en Brooklyn Heights, donde entrenó a más de 100 clientes, entre ellos la supermodelo con curvas Ashley Graham.
“El objetivo de todos es no estar flacos cuando entran a un gimnasio”, señaló la entrenadora, quien cobra $150 por una sola sesión. “La mayoría de la gente solo quiere sentirse mejor. Quieren que sus cuerpos se sientan sanos y fuertes”, agregó.
A menudo, se enfrenta a duros calificativos en redes sociales y críticas provenientes de usuarios que no entienden el motivo por el que alguien querría hacer ejercicio con alguien de su talla; no obstante, esa es la razón por la que las personas acuden a ella.
“Muchos de mis clientes vienen a mí porque me parezco a ellos. Yo también tengo barriga”, dijo. “Sé por lo que están pasando”, precisó.
Summers cuenta con miles de seguidores en sus redes sociales, donde se dedica a dar tips para tener una vida sana, además de que se le puede ver ejercitándose, ya sea en un gimnasio, en la calle o en su hogar.
También es autora de un libro llamado “Strength Training for the Plus-size Woman” (Entrenamiento de fuerza para la mujer de talla grande), el cual se puede encontrar en Amazon.