El Woodside Animal Welfare Trust, que se ubica en Plympton, (Plymouth, Reino Unido), tiene bajo su cuidado a un perro que posee una historia muy peculiar. El can se llama Coco y él ha tenido que ser tratado por su adicción al alcohol. Sí, tal y como acabas de leer.
En una publicación realizada en el Facebook del refugio de animales, se dio a conocer que el animal ya lleva más de un mes en el albergue. Debido a su situación, desde que llegó, necesitó de cuidados intensivos.
Pero no llegó solo. Él entró al Woodside Animal Welfare Trust con un amigo canino tras la muerte de su dueño. Los dos perros se enfermaron rápidamente. Al cabo de un tiempo, solo Coco sobrevivió, pero aún estaba delicado. Tanto así que requería atención las 24 horas.
“Quedó claro que padecía síntomas que apuntaban a la abstinencia de alcohol. Pasó cuatro semanas sedado para ayudar con sus síntomas de abstinencia y reducir el riesgo de más ataques”, explicó el Woodside Animal Welfare Trust en su publicación realizada en Facebook, donde adjuntó una foto viral del protagonista de esta historia.
Todavía no está listo para ser adoptado
Afortunadamente, Coco está mejorando. Ya no toma medicamentos y ha comenzado a comportarse como un perro normal. Sin embargo, aún no está listo para ser adoptado. Y es que aunque físicamente parezca haberse recuperado, “a veces todavía está muy ansioso mentalmente”.
Si bien en la publicación en Facebook se indicó que no se sabe cómo es que estos perros llegaron a volverse adictos al alcohol, La Vanguardia recalcó que, según el personal del centro de rescate, el problema se originó a raíz de que el propietario de los canes les dejaba a estos bebidas antes de dormir.
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