Hannah Jobey y Jay Harris se dieron el “sí, acepto” en una ceremonia muy emotiva, pero sintieron que les faltó algo: la presencia de la abuelita Liz, quien sufre demencia y vive en una casa de reposo, por lo que decidieron recrear su boda en exclusiva para la mujer de 86 años y estar en primera fila cuando su amada nieta llegó al altar vestida de blanco; una historia que conmovió a todos cuando se hizo viral.
La pareja se casó en Northumberland, noreste de Inglaterra, Reino Unido, en agosto de 2022, pero esperaron 5 meses para que Esme, su hermana y dama de honor regresara de la universidad para trasladarse hacia la casa para ancianos Eothen (Wellesend) y volver a casarse con los momentos más emotivos en una ceremonia exclusiva para la anciana, donde usó nuevamente su traje de novia.
A la BBC, Hannah recordó el bello momento: “siempre quise que mi abuela fuera parte de nuestra boda y si lo hacíamos de esta manera ella podía involucrarse, pero de un modo que se sintiera en casa... me hubiese gustado que estuviese el día de la boda, pero al final estoy muy contenta en haberlo hecho de ese modo”.
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La emoción de Liz al ver a Hannah como novia
Pero, también recordó que Liz Jobey estuvo muy emocionada en todo el tiempo que duró la ceremonia: “mi abuela estaba tan relajada y feliz, eso fue muy importante para todos nosotros. Me tomaba todo el tiempo de la mano, no la soltaba y me miraba el vestido... nos permitió a mí y a mi familia crear recuerdos que de otra manera no hubiésemos podido”.
Aunque pensaron llevar a Liz a la boda, lo cierto es que por temas de salud terminaron inclinándose por el “no”, aunque fue una decisión tremendamente difícil: “de hecho, mi mamá no ha podido subirse en un auto hace casi dos años, no puede entrar y se angustia mucho. Llegamos a la conclusión que no sería lo más conveniente para ella”, dijo Steve, su hijo mayor.
E insistió: “no le mencionamos a mamá que Hannah se había casado, porque no queríamos que se pusiera mal o confundirla. El mismo día, mi hermana Ruth fue y la preparó. Luego, Hannah y Jay entraron vestidos de punta en blanco. Le dijeron que se habían casado, que vinieron a verla”.
La emoción de Liz al ver a su nieta portando el vestido blanco no tuvo parangón: “mi madre estaba absolutamente emocionada. Fue como si se encendiera una luz... mamá tomó su mano para decirle: ‘te ves muy hermosa’. Fui feliz por hacerlo de esa forma. Fue absolutamente mágico”, sentenció Steve.
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