Pocas personas tienen segundas oportunidades en la vida, sobre todo después de haber cometer un delito. Bradley “Woody” Arrowood, un estadounidense que fue condenado a cadena perpetua, supo sacarle provecho a ese beneficio, luego de que su vida cambiara al entrenar perros de servicio. Conoce los detalles de su historia.
Cuando tenía 23 años, Bradley ‘Woody’ Arrowood asesinó a un hombre por haberse involucrado sentimentalmente con su esposa, según aseguró ante las autoridades. Fue condenado por este hecho a cadena perpetua y sin posibilidad de tener libertad condicional.
Sin embargo, al poco tiempo se enteró de que su hija ingresó al sistema de crianza temporal y se propuso cambiar. “Quería que ella no se avergonzara de quién era yo. Tenía que ser un ejemplo, aunque no había posibilidad de que saliera. No pude decirle que no saldría nunca porque no “No quiero destruir ninguna esperanza que ella tuviera”, dijo en declaraciones que dio a conocer CBS News.
Woody se convirtió en un reo ejemplar y pronto ingresó al programa de la prisión llamado ‘Paws for Life’, en el que se debía entrenar a perros para que fueran adoptables y aptos para el servicio.
Una segunda oportunidad que cambió su vida
Durante 25 años, Bradley ‘Woody’ Arrowood había salvado las vidas de perros destinados a morir, había dado clases particulares a otros reclusos, tomó clases de manejo de ira y trabajó en bibliotecas jurídicas.
Jerry Brown fue elegido gobernador de California en el 2010 (su primer mandato fue en 1974 y en ese tiempo estaba a favor de las leyes severas) y dio a varios reclusos una segunda oportunidad: conmutar sus sentencias.
Sin dudarlo dos veces, Arrowood se presentó ante la junta de libertad condicional y, luego de una audiencia de libertad condicional, fue liberado.
El periodista David Benguad y creador de contenido en TikTok, compartió la historia de ‘Woody’ Arrowood.
“Contraté a un hombre en la puerta de mi casa para entrenar a mi perro. Pero cuando entró en mi casa, dijo: ‘Antes de continuar, tengo algo que decirte. Maté a un hombre. Me sentenciaron a cadena perpetua en prisión, pero salí después de cumplir 25 años porque tuve una segunda oportunidad”. Pensé: ‘Bueno, ¿qué diablos se supone que debes decir a eso? Está en mi casa. ¿Qué voy a hacer, echarlo?’”, dijo Bengaud.
Según reconoció el exrecluso frente a Benguad, “los perros le salvaron la vida”.
Hoy no solo maneja un negocio de adiestramiento canino con la mujer que se casó tras su liberación, sino que es obtuvo una licenciatura en comunicaciones organizativas y aplicadas.