Algunas personas domestican a iguanas en sus casas, sin considerar que pueden llegar a ser agresivas algunas veces. Un niño estadounidense sufrió una mordedura de este reptil durante un viaje familiar y, aunque en un inicio sus padres no mostraron preocupación, los médicos le detectaron meses después una grave infección.
El año pasado, una familia oriunda de Estados Unidos se fue de vacaciones a Costa Rica, pero desafortunadamente un hecho opacó el viaje. Un niño de tres años fue mordido por una iguana cuando se encontraba comiendo pastel en una playa, según Independent.
Antes de que el reptil le arrebatara el bocado, le produjo una herida al pequeño en la mano izquierda y pronto empezó a hincharse. Los padres del menor, cuyas identidades no se dieron a conocer, lo llevaron a una clínica local para que los médicos desinfecten la herida.
Después de tomar antibióticos durante cinco días, la herida del niño se curó y sus padres dejaron de preocuparse.
Cinco meses después le detectaron grave infección
Cinco meses después de la mordedura, el menor presentó un bulto en el dorso de su mano izquierda: con el transcurrir de los meses la piel se le puso roja y había una hinchazón notoria.
Después de llevarlo a un centro de salud de Estados Unidos y practicarle una serie de exámenes, los doctores descubrieron que el menor tenía una infección por Mycobacterium marinum, que puede causar una enfermedad similar a la tuberculosis en los peces, según el medio en mención.
“La mordedura resultó en la colonización por una bacteria que rara vez se encuentra en humanos, y demuestra que las iguanas pueden ser portadoras de bacterias dañinas capaces de producir infecciones graves”, explicó el doctor Jordan Mah, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en California.
Después del tratamiento que le realizaron, el menor se recupera favorablemente.