Historias | Estados Unidos | Al momento que Jim Glaub y Dylan Parker decidieron vivir juntos, en un piso de la cosmopolita ciudad de Nueva York, jamás imaginaron que se convertirían en la esperanza de cientos de niños.
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Todo comenzó cuando, hace ya poco más de 10 años, llegó una carta a casa. Esta se encontraba dirigida a Papá Noel y había sido escrita por un niño.
Ambos tomaron ese hecho como algo anecdótico y no le dieron importancia. Con el pasar de las semanas, empezaron a llegar más correspondencias que tenían como destinatario al mencionado personaje.
“En 2010 recibimos una carta, luego un par más. A finales de noviembre estábamos con cientos. En diciembre fueron más de 400, fue bastante alarmante”, contó Jim a BBC Radio 4 Today.
Así que conversaron de lo que estaba pasando, decidiendo formar una fundación sin fines de lucro encargada de responder las comunicaciones. Ellos iniciaron su trabajo reclutando a algunos amigos. Ahora su red se extiende por todo el mundo.
Se estima que se han respondido unas 2.000 cartas a lo largo de 10 años. Cabe destacar que todavía se desconoce el motivo por el que muchos niños colocan la dirección de la pareja en sus cartas.