A pesar de enfrentar desafíos como la leucemia y la falta de hogar desde su infancia, un joven de 18 años ha logrado graduarse de la Universidad Estatal de Arizona con una licenciatura en neurociencia. Su historia de superación es viral en las redes sociales.
Dallas Salas nació el 1 de febrero de 2005. A la edad de cinco años, fue diagnosticado con leucemia. En una entrevista con Good Morning America, recordó esos momentos, compartiendo: “Fue realmente una experiencia desgarradora. Recuerdo quedarme despierto por las noches llorando y gritando”.
En 2010, el mismo año en que a Salas y su familia les prendieron fuego a su casa en Scottsdale, Arizona, describió la experiencia como traumatizante. “Estaba en California porque estábamos de vacaciones familiares. Cuando volvimos, ya sabíamos lo que había pasado porque algunos vecinos nos llamaron, y al llegar a casa, todo estaba destruido”, relató. “Fue bastante intenso”.
Creciendo principalmente con su madre, Salas mencionó que su padre rara vez estuvo presente durante su crecimiento y actualmente está encarcelado por “participar en actividades criminales”. Aunque aún mantiene contacto con su padre, a quien describió como “bastante apagado”, Salas dijo que será liberado en 2026.
En cuanto a su salud, Salas recientemente recibió la noticia de que su leucemia ha entrado en remisión después de que la biopsia de médula ósea no mostrara rastros de la enfermedad.
Salas compartió con GMA que el dolor que experimentó debido al diagnóstico de leucemia a una edad temprana, junto con la historia médica de su familia, lo inspiraron a seguir una educación en ciencias y medicina. “Cuando te adentras en cualquier aspecto de la biología o la medicina, estás explorando a fondo los sistemas humanos”, expresó. “Definitivamente quiero tener un enfoque práctico, ayudando a otras personas a lidiar con estos problemas e implementar los sistemas que aprendemos”.
SE INSPIRÓ EN SU MADRE
A pesar de enfrentar desafíos significativos en su vida, Salas continuó trabajando hacia sus metas con el apoyo de su red de apoyo. “Mi madre fue una gran motivadora, realmente me inspiró a seguir adelante”, dijo. También atribuyó parte de su éxito a su coach de éxito, Kristen Rund, a quien describió como una de sus “principales motivaciones, junto con mi madre”.
Su madre, Constance, notó la inteligencia de Salas desde que era niño. “Todo el tiempo, me superaba cada vez y pensaba, ‘espera un minuto, él no es como los demás’”, dijo refiriéndose a sus otros hijos. “Lo crié de la misma manera que a ellos, pero con un currículo más fuerte y riguroso porque su mente podía soportarlo”.
Además de su éxito académico, Constance expresó la esperanza de que Salas también utilice sus talentos para ayudar a otros necesitados. “Siempre ha sido apasionado por los niños que terminan en la frontera en los campamentos. Espero verlo defender a esos niños, luchar contra la discriminación, luchar por los derechos”, comentó. “Espero verlo ayudar a las personas. Espero ver exitosas cirugías cerebrales... así que será interesante. Verlo salvar vidas y hacer del mundo un lugar mejor”.
Mientras criaba a Salas, Constance dijo que lo mantuvo “en una burbuja” como una forma de protegerlo de los desafíos familiares. “Son cosas que puedes hacer para mantenerlos involucrados y enfocados, porque no necesariamente tienen que ser parte de lo que sucede en su entorno”, afirmó. “Pueden estar libres de estrés por un tiempo, y luego beneficia a largo plazo”.
Otra persona que ayudó a guiar a Salas durante su tiempo en la universidad fue su supervisor, Xavier Celaya, quien es estudiante de doctorado en ASU. Hablando sobre su experiencia trabajando con Salas, Celaya dijo: “Siento que una de las mayores características que son indicativas del éxito de un estudiante es su deseo de aprender y disposición para hacerlo, no necesariamente facilidad para aprender, sino la cantidad de energía que ponen en ese proceso. Desde el principio, Dallas fue un ejemplo de esta característica”.
“Cada vez que no entendía algo, siempre pedía aclaraciones, lo cual no es una característica que muchos estudiantes tengan. Y haberlo dominado a una edad tan temprana y de manera tan refinada es realmente algo”, añadió.
Celaya mencionó que una de las cosas en las que Salas pudo mejorar durante su tiempo trabajando juntos es su “alfabetización en investigación”. “Cómo hablas sobre la investigación”, dijo. “Sabes, hay tantos matices y detalles que la acompañan. Afinar la forma en que piensas al respecto y, posteriormente, comunicarlo es realmente difícil, pero Dallas trabajó en ello y se vieron mejoras al final de nuestro tiempo juntos”.
Cuando se le preguntó si había encontrado a otros estudiantes como Salas, Celaya respondió: “Oh, no, para nada. La ambición de Dallas es realmente incomparable en cuanto a los estudiantes con los que he tenido la oportunidad y el placer de trabajar durante mi tiempo como estudiante de posgrado”. Explicó que “es como una estrella extremadamente brillante, ya sabes, brillando intensamente, y no puedo esperar para ver a dónde lo lleva”.
En cuanto a su lema de vida, Salas se mantiene firme en lo que cree. “Si estás pasando por muchas experiencias caóticas, la vida es solo un 10% lo que te sucede y un 90% lo que haces con ello”, declaró.
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Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.