Cuando Abi Caswell recibió en agosto una llamada de un cliente que quería encargar un pastel bastante difícil de elaborar y con apenas tres días de anticipación, la repostera dudó en aceptar el pedido pero finalmente optó por aceptar. Así que puso manos a la obra de inmediato. La torta de vainilla de 6 pulgadas y dos capas, con un diseño en azul y naranja, costaba US$70 en total y le tomó a Caswell, fundadora de BATTER, una pastelería en Nueva Orleans, Estados Unidos, más de una hora en prepararlo. Lo que ocurrió después con el cliente ha causado indignación en las redes sociales.
“No fue fácil de hacer porque eligió colores muy opuestos para el diseño; no combinaban bien entre sí”, le cuenta Caswell a People. “Tuve que tener mucho cuidado porque quería un diseño con pintura manchada y los colores se volverían marrones si se mezclaban. También quería que las letras de la parte superior estuvieran pintadas a mano en oro, lo que siempre requiere mucho tiempo y cuidado”, agrega la joven de 29 años.
La mañana en que el cliente debía recoger el pastel, Caswell cuenta que recibió una llamada solicitando la devolución del depósito. Ella se negó, explicando que ya era el día de la entrega y el pastel estaba listo para ser recogido.
En cambio, Caswell propuso terminar la transacción de forma amistosa. Explicó que, si el cliente ya no quería el pastel, lo entendía, ya que imprevistos pueden ocurrir. Como aún no lo había decorado, ofreció entregarlo sin cobertura para que el cliente no tuviera que pagar el precio completo.
En ese momento, el cliente le pidió a Caswell que siguiera adelante con la decoración y prometió pasar a recogerlo esa misma tarde.
“Llamó más tarde esa noche para verificar que la torta estuviera completamente decorada y lista para recoger”, dice Caswell. “La llamamos varias veces para comprobar si había pasado algo o si todavía tenía pensado recogerla, pero contestaba el teléfono y luego nos colgaba”.
“Estuvo en nuestra heladera durante unos días durante el fin de semana y hasta el lunes de la semana siguiente, esperando a que ella lo recogiera”, dice Caswell. “Cuando nos dimos cuenta de que no tenía pensado recoger el pastel, ya que la fiesta probablemente ya había pasado, era demasiado tarde para rescatarla y decorarla para revenderla”.
Frustrada por la situación, Caswell, que suele compartir sus videos de repostería, publicó un comentario en TikTok. En el clip, explicó que el cliente todavía le debe 55 dólares por el pastel. Originalmente, pagó 25 dólares como la mitad del coste base (50 dólares) antes de añadir el dorado adicional y los colores múltiples.
@abicaswell just some bakery owner woes for you 😩😩 pls dont ever be this person!!! it’s just simply not demure and not mindful!!!! #fyp #smallbusiness #bakeryowner #foryou #baking #cakedecorating #cakegate #workwithme #customerservice ♬ original sound - Abi Caswell
Caswell admite que en ese momento se sintió frustrada y que ahora experimenta “un poco de arrepentimiento”, ya que mostrar irritación hacia un cliente no era común en ella. Sin embargo, cuando el video se hizo viral, acumulando más de 7,3 millones de vistas y 13,000 comentarios, se dio cuenta de que muchas personas consideraban que el comportamiento del cliente había sido totalmente inapropiado.
“Fue agradable ver a tantas personas que comprendieron lo doloroso que es hacerle algo así a una pequeña empresa y comprendieron mi frustración”, concluye.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.