Para cualquier deportista, los Juegos Olímpicos son el escenario más prestigioso. Miles de atletas de todo el mundo anhelan ganar una medalla, pero en esta edición de París 2024, algunos participantes han demostrado que hay otros premios que tienen un valor incalculable, aunque no se ganen en la pista o en el estadio. La historia de la atleta francesa Alice Finot es uno de esos momentos que quedarán en la memoria colectiva.
Alice Finot decidió aprovechar la euforia de su participación en los Juegos Olímpicos para hacer un gesto que sorprendió a todos los presentes, especialmente a su pareja. A pesar de no haber conseguido una medalla, Finot logró algo que pocos atletas pueden presumir: romper un récord de Europa. En su prueba, Finot terminó en cuarto lugar, pero su tiempo de menos de nueve minutos la catapultó a la historia deportiva del continente. Sin embargo, lo más emocionante estaba por venir.
Récord y sorpresa
Después de cruzar la línea de meta y tomar un breve respiro, Finot dirigió su atención a la grada donde su pareja la observaba con admiración. Con una determinación inquebrantable, Finot se acercó a la zona, se arrodilló y, ante la sorpresa y la vergüenza de su pareja, le pidió matrimonio. Este gesto romántico, en un escenario tan emblemático, fue una señal del profundo amor y compromiso que Finot siente por su compañero de vida.
“Quería que este momento fuera inolvidable, tanto para mí como para mi pareja”, declaró Finot en una entrevista con La Voz de Galicia tras el emotivo acontecimiento. “Los Juegos Olímpicos representan un logro increíble en mi carrera, y pensé que sería el escenario perfecto para hacer una propuesta que también fuera memorable”. Y así fue. Con un simple pin como símbolo de su compromiso, ambos sellaron el momento con un abrazo y un beso, confirmando el ansiado “sí, quiero”.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.