Tener boletos para todos los partidos de la temporada, pintarse el rostro con sus colores representativos o las camisetas de sus jugadores favoritos son solo algunos de los aspectos que a uno se le viene a la mente cuando habla de fanatismo en el deporte; sin embargo, para un hombre de Estados Unidos llamado Adam Wilson, la verdadera medida de lealtad es la pasión que siente por el equipo de sus amores: los Cincinnati Bengals.
MIRA TAMBIÉN | Cuánto cuesta mostrar un comercial de 30 segundos en el Super Bowl LVI
La historia de este graduado de la escuela secundaria Sycamore comenzó prácticamente desde que nació, ya que su fanatismo hacia los Bengals corría por la sangre de su familia. “Mi abuela tenía boletos de temporada a lo largo de la década de 1990. Así que la lealtad a mi equipo es algo genético”, dijo Wilson a la televisora WLWT, recalcando la importancia de cada uno de sus parientes en su vida en la actualidad.
En 2015, este padre de familia fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y ahora, a los 39 años de edad, se esfuerza arduamente para disfrutar cada uno de sus días, incluyo ver los partidos de los Bengals de Cincinnati junto a Avery, su hija de 11 años. Él quiere heredarle el corazón ‘Who Dey’, popular frase atribuida al equipo de Ohio, pese a sus complicaciones de salud y limitaciones físicas.
Padre e hija, unidos por su amor a los deportes
Si bien dice con gratitud que su condición progresa lentamente, Adam Wilson usa una silla de ruedas para moverse y se comunica escribiendo con una computadora especial que lee en voz alta sus mensajes. Además, es un súper fanático de los deportes de Cincinnati, ayudando a crear el Día de Lou Gehrig en toda la MLB. Avery hizo el primer lanzamiento en el Great American Ballpark el pasado 2 de junio, día de la conmemoración inaugural.
Cuando no apoya a los Cincinnati Reds, luce los colores de los Bengals y disfruta cada parte de los rituales en el día de sus partidos en su residencia familiar ubicada en la ciudad de Mason. “Mi papá pone la canción de pelea después de cada touchdown. Avery hace muchas preguntas sobre lo que está pasando. Así que es divertido verla aprender fútbol”, precisó Wilson, para quien el Super Bowl LVI será uno muy especial.
Adam adora ver a los Bengals junto a sus padres, con los que vive, y su hija. Pero esta temporada será una que tanto ella, él y el resto de la fanaticada del equipo olvidará. “Todos estábamos saltando y gritando y comencé a hacer volteretas en la sala de estar”, recordó Avery Wilson tras presenciar la victoria del Campeonato de la AFC del conjunto de Cincinnati contra los Kansas City Chiefs. “Y luego corrí hacia mi papá”, añadió la niña.
El Super Bowl LVI, algo que ninguno olvidará
Avery Wilson cuenta que en aquel momento correó a abrazar a su papá y le dio un beso de victoria. Su mamá, Jan, capturó los dulces momentos en su teléfono y Adam luego publicó las emotivas fotos en su cuenta de Twitter (@adamfwilson426), que se volvieron virales en el acto. “Todos estábamos muy felices y tenía que asegurarme de que mi papá también recibiera un abrazo”, dijo la pequeña fanática del popular conjunto de la NFL.
Adam sabe que no puede lanzarle un balón de fútbol americano o explicarle con facilidad las reglas a Avery, por lo que tiene que apoyarse en sus padres para que hagan todo lo que él no puede debido a su condición, pero está feliz de estar a su lado para pasar este tipo de momentos. Ambos adoran pasar el tiempo el uno con el otro y esta temporada de los Cincinnati Bengals fue la ocasión perfecta para afianzar su relación padre-hija.
“Ahora, por primera vez que recuerde, vamos al Super Bowl”, dijo Adam Wilson, al tiempo que rememoró sobre la última vez que los Bengals de Cincinnati participaron en el ‘Gran Juego’ cuando tenía seis años. Pese a que la esclerosis lateral amiotrófica le quitó su capacidad para hablar, este orgulloso padre de familia todavía sigue haciendo sonar fuerte su voz y está listo para rugir este domingo 13 de febrero de 2022 alentando a su equipo.
Si bien confiesa que solía despotricar y delirar durante los juegos, Wilson ahora observa en silencio porque tiene que hacerlo, aunque admite que sigue “gritando por dentro”. El día del Super Bowl planea verlo con sus padres en Mason y hablar activamente con sus compañeros de universidad a través de mensajes de texto grupales, esperando enviar uno que diga que su equipo favorito se coronó campeón.
Dejando de lado su fanatismo por el fútbol americano, Adam Wilson ayuda a la comunidad de Cincinnati a través del don de la música y es que, antes de que perdiera su habilidad para cantar, autoeditó dos álbumes y recientemente lanzó una canción que grabó en 2009 titulada ‘Jealous’ (Celoso(a), traducido al español), cuyas ganancias se destinarán al Cincinnati Children’s Hospital Medical Center.
¿Cómo empieza la enfermedad de ELA?
La Esclerosis lateral amiotrófica (ELA) a menudo comienza con fasciculaciones musculares y debilidad en una extremidad o dificultad para hablar. Eventualmente, la ELA afecta el control de los músculos necesarios para moverse, hablar, comer y respirar. No hay cura para esta enfermedad mortal, según detalla la Clínica Mayo.