Andrew Lee es un maestro de Estados Unidos de una escuela primaria, quien ha sido catalogado como el “maestro del año” por su labor como educador, donde ha decidido potenciar a sus alumnos en los referido a la comodidad y la confianza, muchos de los cuales presentan problemas de comportamiento, cuya historia se ha convertido en tendencia de redes sociales.
‘Maestro del año’
Lee comenzó su carrera como docente en la escuela primaria John B. Stanton en 2005, donde su primer salón de clases le hizo recordar cuando en 1986 iba al segundo grado (en el mismo colegio, en el mismo salón de clases) y vomitó encima de la alfombra: “Caminé por los pasillos y todo sigue igual desde 1986. Es gracioso que haya cerrado el círculo”, declaró al portal The Day.
Durante los últimos días de junio, nuestro protagonista fue nombrado como “Maestro del Año” de Norwich del 2022, enseñando particularmente en el segundo grado del Veterans Memorial School.
En 2020 todo cambió en el desempeño profesional de Lee cuando tuvo que lidiar con estudiantes jóvenes que atravesaban obstáculos mentales como físicos para aprender, sobre todo con el inicio de la pandemia del coronavirus. Esto lo llevó a dejar la enseñanza diaria para enfocarse en los distritos con niños con problemas de comportamiento de los estudiantes.
Enseñando a niños con problemas
En esta nueva etapa, Andrew Lee acudió a sus puntos fuertes como su capacidad para hacer que sus alumnos se sientan seguros, cómodos, así como ayudarlos a que se den cuenta de las habilidades que posee, trabajando siempre el formar la confianza.
“Tenía los títulos y me pareció el momento adecuado. Me encanta el lado conductual de la enseñanza. Tengo los modales del salón de clases, y soy realmente bueno en la construcción de relaciones”, expresó.
Asimismo, asegura que, tras el reinicio de las clases presenciales, este proceso ha sido muy duro para no pocos estudiantes, que a muchos les fue mejor cuando hubo menos alumnado en el aula, que estaban más tranquilos con un aprendizaje mixto.
“Este año, hay algunos niños que no han ido a la escuela durante casi tres años. Desde el jardín de infantes hasta tercer grado, se pierden en todas esas habilidades sociales básicas. Se fueron. Todo el mundo está ansioso, todo el mundo está frustrado. Todo el mundo está confundido”.
Agradecido por el reconocimiento
Respecto al galardón que recibió, aseguró sentirse honrado, pero que el premio es merecido por el personal de Stanton: “No tenemos muchos recursos, pero hacemos un gran trabajo con lo que tenemos. Creo que a veces las generaciones mayores no entienden que ahora todo es diferente. Las redes sociales son diferentes, los niños son diferentes. La educación es diferente”.
Lee, quien se graduó en 1998 del Ledyard High School, su licenciatura de la Universidad Salve Regina en 2002 y su maestría en 2014 de la Universidad Estatal del Sur de Connecticut, ha escrito su biografía que su objetivo es hacer que ir a la escuela sea divertido, teniendo a un maestro al frente de la sala.
“Realmente, sentí que estos años fueron, académicamente, memorables, y se lo debo a ella. Recuerdo a la señora Heffernan permitiéndonos elegir temas para investigar y seleccionar libros según nuestros intereses. Mirando hacia atrás, siento que estaba muy adelantada a su tiempo y tenía una manera de conectarse con sus alumnos tanto a nivel profesional como personal”.
Labor social junto a su esposa
En el plano personal, Andrew está casado con Rebecca Atkins (también educadora) y hace cuatro años usan sus habilidades para convertirse en padres de acogida de niños separados temporalmente de sus familias biológicas; les dijeron al Departamento de Niños y Familias no están interesados en adoptar hijos, sino hacer lo posible para que ayuden a los menores a volver a sus casas.
“Casi todos nuestros niños de crianza han sido alumnos nuestros o han tenido relaciones con alumnos nuestros. Todos han vuelto a vivir con sus familias. Somos muy grandes en la reunificación”, sentenció.