Sintiendo el peso de la responsabilidad, Fábio Batista, un muchacho de 17 del Brasil tomó la decisión de trabajar en una empresa de su comunidad para apoyar en el hogar, pero cuando llegó fin de mes y recibió su primer sueldo, no pensó en comprarse algo, sino todo lo contrario, su único pensamiento fue comprarle a su hermanito de 12 años los chimpunes que tanto anhelaba, luego que los que tenía se rompieran, por lo que la conmovedora historia se hizo viral cuando llegó a plataformas como Instagram.
Las lágrimas de Felipe por sus nuevos botines
Las imágenes nos muestran al joven de 17 años ingresando a su cuarto con una bolsa de color naranja entre las manos. Felipe, su hermano menor, está echado de espaldas en su cama; este lo despierta y le muestra una caja que abre rápidamente. Cuando el pequeño se da cuenta que son sus nuevos botines de fútbol se emociona tanto que salta de la cama para abrazar a su hermano mayor y las lágrimas comienzan a fluir de sus ojos.
El emotivo video acaba cuando el muchacho comienza a probarse sus medias nuevas para hacer deporte, así como su nuevo calzado de color negro.
La nobleza de Fábio
Cuando el conmovedor momento se hizo viral, Fábio fue entrevistado por ‘Catraca Livre’ donde dio mayores detalles de la sorpresa que preparó para Felipe Batista, así como la reacción del puberto.
“Yo le había dado unas botas de fútbol, pero eran viejas porque antes eran mías. Se las di y luego ya no vi que las usara. No me dijo nada, así que le pregunté qué había pasado con los botines y me dijo que se habían despegado”, aseguró.
Al darse cuenta de esto, se propuso como objetivo comprarle unos chimpunes nuevos, por lo que recurrió a Thatiane, su madre, para que le prestara su tarjeta de crédito para comprarlas y pagarlo en cuotas: “mi mamá me apoyó y me dio la idea de hacerle la sorpresa. No le dije a Felipe que iba a comprar las botas y tampoco esperaba esa reacción de él”.
La madre de los muchachos detalló al medio antes mencionado que al conocer sobre el destino de sus botines viejos le prometió unos nuevos, pero primero quería terminar de pagar sus deudas pues el insumo económico estaba muy ajustado por esos días.
Una madre orgullosa
Por ello, cuando su hijo mayor se acercó a ella para contarle su iniciativa en favor de Felipe, sintió mucho orgullo, sobre todo cuando le dijo que comenzaría a pagar las cuotas de la compra con su primer sueldo del trabajo.
“Mi hijo me había estado pidiendo unas botas durante 2 meses, pero yo tenía el dinero justo. Entonces dije: ‘cuando termine el trabajo de la cocina y pague las cuentas, las botas van a llegar’. No estaba muy contento con la idea, pero accedió. A los cinco días de esa conversación, su hermano planeó el regalo. Mis hijos valen en oro”, sentenció.