Parece una escena sacada de una película, pero tuvo lugar en la realidad. Las fugas de cárceles y los forajidos que las protagonizan siempre han fascinado a la gente. Y es que, pese a las estrictas normas de seguridad y vigilancia extrema en las prisiones del mundo, algunos de sus reclusos se las ingenian para escabullirse del peso de la ley y dejar los barrotes.
El caso más reciente tuvo lugar el último lunes, cuando Arley Vaughn Nemo y John Michael Garz, escaparon de la cárcel de la ciudad de Newport News, en Virginia, Estados Unidos. Los reclusos han escapado de la prisión cavando un túnel con un cepillo de dientes modificado, según las autoridades.
Pero la tan ansiada libertad no les duró mucho. La aventura les duró apenas nueve horas, ya que poco después han sido arrestados en un restaurante de la franquicia IHOP (International House of Pancakes), especializada en desayunos, según ha informado la Oficina del Sheriff de la localidad.
Fuga y recaptura
De acuerdo con el comunicado oficial, los dos hombres, que están encarcelados desde el año pasado por delitos menores que no fueron revelados, aprovecharon un fallo en la estructura para cavar el túnel de varios metros y escapar por él sin que ni un solo guardia de la prisión se diera cuenta.
Las autoridades no han dado más detalles sobre el fallo ya que, aseguran, se encuentra en varios lugares de la prisión y ahora deberán asegurar la estructura para evitar futura fugas de presos.
Un equipo de ingenieros de la ciudad se encuentra ya trabajando en formas de mitigar la debilidad, aseguró la Oficina del Sheriff.
“Estoy agradecido a los ciudadanos que vieron a Garza y Nemo (los presos) en el IHOP y notificaron a las autoridades”, aseguró el sheriff de la localidad, Gabe Morgan, en el comunicado.
Todavía no se han anunciado cargos relativos a su huida.
Los protagonista de la fuga
Garza, de 37 años, de Hampton, había estado bajo custodia desde el 19 de diciembre por cargos que incluyen desacato al tribunal, violaciones de la libertad condicional y falta de comparecencia.
Nemo, de 43 años, de Gloucester, había estado bajo custodia desde el 7 de octubre por cargos que incluyen fraude con tarjetas de crédito, hurto de tarjetas de crédito, falsificación, posesión de herramientas de robo, hurto mayor, desacato al tribunal y violación de la libertad condicional.