La tecnología ha revolucionado nuestra modo de aprender, informarnos, comprar, viajar, leer, relacionarnos y crear. Aunque nos cueste aceptar, también forma parte de la vida de nuestros niños y es por ese mismo motivo que debemos estar atentos cuando manipulan los aparatos electrónicos.
Esta madre de Westport, Massachusetts, puede dar fe de ello al descuidarse unos segundos pensando que su hija utilizaría su celular para fines de entretenimiento, pero grande fue la sorpresa que se llevó al ver los últimos movimientos de su tarjeta.
Su nombre es Jessica Nunes y este último martes descubrió que su hija de 5 años, llamada Lila, había comprado motos, varios pares de botas vaqueras y un Jeep de juguete a través de su cuenta de Amazon.
La mujer le dijo a Good Morning America que le prestó su teléfono a su hija para que se entretuviera de regreso a casa mientras ella manejaba, pero nunca imaginó que su hija le gastaría 3922 dólares en compras.
“Recibí una notificación de envío de Amazon que decía ‘Felicitaciones, su pedido se envió’, así que inmediatamente asumí que era algún tipo de cargo fraudulento, así que entré en mi historial de pedidos de Amazon y decía que había pedido cinco Dirt rosa Rockets, cinco Dirt Rockets azules, 10 pares de botas vaqueras y un Jeep también”, precisó.
Nunes reveló que hasta ahora no sabe cómo su pequeña pudo buscar los artículos que quería, pero reconoce que fue lo suficientemente inteligente para descubrir la manera y ordenar los productos.
Lección del día
En lugar de enojarse o algo por el estilo, la mujer de 26 años habló con su hija y le enseñó el valor del dinero. Asimismo, le hizo entender que para obtener cosas primero hay que merecerlas.
“Le dije en el futuro: ‘Sí, íbamos a conseguirte una bicicleta, pero eso es algo que necesitabas ganar’”. Eso es algo que necesitábamos tomarnos un tiempo e investigar, no solo si lo quiero, lo obtengo”, indicó.
Cabe mencionar que todo esto sucedió un par de días después de que Jessica y su hija habían ido al parque y vieron a un niño jugando con su motocross. Esto le pareció curioso a la pequeña y por eso lo buscó en Internet.
Dentro de todo, la joven pudo cancelar la mitad de los pedidos de motocicletas y las botas vaqueras. Sin embargo, las cinco motos restantes y el Jeep infantil biplaza ya habían salido del almacén gracias a un envío de dos días.