El "hombre de hielo" fue descubierto en setiembre de 1991 y destacó por su gran estado de conservación a 5 mil años de su muerte. (Foto: AFP)
El "hombre de hielo" fue descubierto en setiembre de 1991 y destacó por su gran estado de conservación a 5 mil años de su muerte. (Foto: AFP)
Joel Dávila Quiñonez

La arqueología no deja de sorprendernos con cada descubrimiento sobre nuestro pasado, el mismo debería enseñarnos para buscar un futuro mejor. Los hallazgos de nuestros ancestros guardan que, incluso en nuestros tiempos, nos parecen inimaginables, tal es el caso de un hombre que murió hace más de 5 mil años, pero que fue encontrado con 61 tatuajes en el cuerpo, relato que no tardó nada para impresionar a millones de usuarios de tras convertirse en .

Hallazgo de 5 mil años

Nuestro protagonista se llama Ötzi, tenía 46 años cuando perdió la vida intentando cruzar los Alpes -austriacos quien, según la datación, habría fallecido alrededor del año 3255 antes de Cristo.

Se sabe que medía 1.59 metros, su peso alrededor de los 50 kilos y que su cabello no solo era largo, sino también castaño. Debido a su deceso expuesto a condiciones tan extremas, nuestro protagonista llevaba congelado casi 5 mil 300 años, hasta setiembre de 1991 cuando fue descubierto durante una excursión por alpinistas de nacionalidad alemana.

Cuando los restos fueron estudiados por los científicos de la Universidad de Innsbruck, Austria, notaron que estos se encontraban un gran estado de conservación lo que hizo pensar en un inicio que se trataba de un alpinista, pero pronto descubrieron que la causa de la muerte de Ötzi fue un asesinato.

La muerte de Ötzi

¿Qué se descubrió? Que recibió el impacto de una flecha que le perforó el pulmón izquierdo y, no solo eso, pues también se encontró un traumatismo craneal, sumado a más de una costilla rota, por lo que se cree que sus últimos momentos de vida fueron cruentos, sobre todo por encontrarse a poco más de 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar.

De inmediato, fue bautizado como el “hombre de hielo”, destacando porque cuando se reveló su hallazgo fue encontrando en una inusual posición: el brazo izquierdo extendido y con los pies cruzados, por lo que se estima que al momento del ataque estaba descansando tras la comida.

El efecto de este ataque produjo daño irreparable en pulmones, arterias, acumulación de sangre en el cráneo. Se cree que la flecha provocó su caída violenta al suelo, o que esta lo inmovilizó para que el atacante lo golpease en la cabeza.

La alimentación de Ötzi

Pero, no solo eso, pues diversos estudios revelaron una salud con complicaciones, pues era intolerante a la lactosa, con artritis avanzada, pero también con caries en los dientes, con una dieta que incluía proteína animal, lípidos, plantas y carbohidratos, en síntesis, una alimentación propia de la vida en las altas montañas europeas.

En cuanto a sus ropas, llevaba puesto un gorro hecho en base a piel de oso, pantalón con piel de cabra, sus zapatos de cuero, paja, materiales que hacen más sencillo caminar sobre la nieve; su arma era un cuchillo y hachas de cobre, pero, esta no es la única sorpresa que Ötzi le tenía preparado al mundo.

Los tatuajes del “hombre de hielo”

Al ver su cuerpo en tan buen estado de conservación, encontraron que tenía 61 tatuajes, diseñados que, principalmente, no eran otra cosa que líneas parales en las rodillas, espalda baja, tobillos, entre otras partes, se cree que cada uno de estos estaría relacionado al tratamiento para el dolor que recibió, el cual, teniendo en cuenta la mentalidad mágica de dicha época, pudo estar acompañado de rituales de sanación de su comunidad.

Han pasado poco más de 30 años desde que el “hombre del hielo” fue descubierto a más de 5 mil años de su muerte, hoy por hoy, es catalogada como la momia más antigua de Europa y, sin lugar a dudas, ha ayudado a entender más los usos, costumbres, visión de los seres humanos que habitaron esta parte del mundo en la Edad del Cobre.


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