En el vasto paisaje de California, marcado por desastres naturales que han dejado cicatrices profundas, emergen historias de resistencia y altruismo que nos recuerdan la capacidad humana de superar la adversidad. Una de estas historias virales es la de Stephen Murray, un sobreviviente del devastador incendio Camp Fire en 2018 que ahora dedica su tiempo y recursos a ayudar a los miles de evacuados del incendio Thompson.
Un hombre marcado por el Camp Fire
El Camp Fire, iniciado el 8 de noviembre de 2018, fue el incendio forestal más mortífero y destructivo en la historia de California. Con 85 víctimas mortales y más de 18,000 estructuras destruidas, este desastre dejó huellas imborrables en las comunidades de Paradise, Concow y otras áreas afectadas. Stephen Murray fue uno de los muchos que perdieron absolutamente todo en aquel infierno, pero su espíritu indomable no se quebró.
“Perder mi hogar y ver cómo mi comunidad fue destruida fue una experiencia devastadora”, recuerda Murray. “Pero también me mostró la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos de crisis.”
El incendio Thompson y la respuesta de Murray
El 2 de julio de 2024, el incendio Thompson estalló cerca de las carreteras Cherokee y Thompson Flat Cemetery en el condado de Butte. La ola de calor en Estados Unidos y los fuertes vientos avivaron rápidamente las llamas, llevando a la evacuación de miles de residentes y destruyendo varias estructuras. Murray, quien ya conocía de primera mano el horror de tales desastres, no dudó en actuar.
En colaboración con la iglesia de Oroville Church of the Nazarene, Murray organizó una iniciativa para proporcionar comida y bebidas gratuitas a los evacuados. “Saber que hay gente que se preocupa por ti en momentos tan difíciles puede hacer una gran diferencia”, afirma. “Quiero dar un poco de esperanza y alivio a aquellos que están pasando por lo que yo viví.”
El trabajo de los bomberos y la situación actual
Los bomberos han estado trabajando incansablemente para controlar el incendio Thompson, enfrentándose a condiciones extremas con temperaturas de tres dígitos. A pesar de los esfuerzos heroicos, el fuego ha continuado su curso, aunque en las últimas horas han logrado evitar una mayor propagación de las llamas. Según el informe de Cal Fire de las 6:37 a.m. del jueves, la extensión de terreno quemado no ha aumentado significativamente, lo que da una luz de esperanza en medio del caos.
“Los bomberos están manteniéndose hidratados y preparados para cualquier incremento en la actividad del fuego”, declaró Cal Fire, enfatizando la importancia de la preparación y la resistencia en estas situaciones.
Hasta el momento, alrededor de 28,000 residentes han sido evacuados, afectando a comunidades como Oroville, Cherokee, Oroville Northeast, Kelly Ridge y Hurleton. La orden de evacuación es clara: la seguridad es primordial, y cualquier retraso en la evacuación puede ser fatal.
La historia de Stephen Murray es un testimonio del poder de la resiliencia y la importancia de la acción comunitaria. Su experiencia en el Camp Fire no solo lo marcó profundamente, sino que también lo inspiró a convertirse en un faro de esperanza para otros. “No se trata solo de sobrevivir,” dice Murray, “se trata de cómo podemos ayudar a otros a superar sus propias batallas”.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.