París 2024 fue muy anticipado. Entre los muchos atletas que se preparaban para demostrar sus habilidades, había una judoca que estaba lista para dejar su marca. Bia, el apodo de Beatriz Souza, se presentó a la competición con un anhelo y una historia. Beatriz ganó la gloria en su primera participación en los Juegos Olímpicos a los 26 años, y también hizo un emotivo tributo a su abuela fallecida.
Beatriz Souza, quien había llegado a París con el objetivo de demostrar su capacidad en el tatami, logró lo que muchos consideran casi un milagro: se llevó la medalla de oro en la categoría de judo. Este logro no solo es significativo por la medalla en sí, sino porque Beatriz superó a otras tres medallistas olímpicas, algo que enorgullece y marca un hito en el judo brasileño. Este tipo de victoria es raro y extraordinario, especialmente para una atleta que debutaba en los Juegos Olímpicos.
El homenaje a su abuela
En el momento culminante de su victoria, mientras recibía la medalla y escuchaba el himno nacional, Beatriz tuvo un pensamiento especial. La dedicación de su oro a su abuela, Brecholina Rodrigues da Silva, quien había fallecido apenas dos meses antes, conmovió a todos. Según informó TV Globo, la conexión emocional entre Beatriz y su abuela fue el motor que impulsó a la judoca durante su competencia. La presencia de su abuela en sus pensamientos le dio la fortaleza necesaria para superar a sus rivales el último viernes 02 de agosto.
Una llamada emotiva
El momento en que Beatriz se comunicó con su familia desde el escenario olímpico fue especialmente emotivo. La reportera le pidió que sostuviera el teléfono y hablara con sus seres queridos. La respuesta de Beatriz, llena de emoción y cariño, se convirtió en uno de los momentos más memorables de su victoria:
“¡Salió bien, mamá! ¡Papá, lo conseguí! ¡Sí, lo conseguí, lo conseguí! Fue por la abuela. Es para la abuela, mamá. Los amo más que a nada”, dijo entre lágrimas.
Estas palabras revelaron no solo el profundo amor que Beatriz sentía por su abuela, sino también la manera en que el soporte familiar fue fundamental en su viaje hacia el éxito. La familia Souza, que vive en Sao Paulo, estaba lejos físicamente, pero la tecnología les permitió compartir ese momento de alegría y orgullo.
El logro de Beatriz Souza no solo es significativo para ella y su familia, sino también para el judo brasileño. Con esta medalla de oro, Beatriz se une a un grupo selecto de atletas que han alcanzado lo más alto en el escenario olímpico, un grupo que incluye a Sarah Menezes, Rafaela Silva, Rogério Sampaio y Aurélio Miguel. Este logro resalta el nivel de competencia y el potencial del judo en Brasil, y establece un nuevo estándar para las futuras generaciones.
La judoca cantó victoria al imponerse en la final de la categoría +78 kg a la israelí Raz Hershko y en la semifinal a la favorita, la francesa Romane Dicko. Con este éxito Brasil suma tres medallas en judo en estos Juegos Olímpicos, tras la plata de Willian Lima en la categoría de 66 kg y el bronce de Larissa Pimenta en 53 kilos.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.