Oscar Guerrero Tello

La historia de Gizmo, el pequeño Chihuahua que se perdió en Las Vegas en 2015, ha tocado los corazones de millones de personas en Estados Unidos. Después de nueve largos años de espera, su dueña, Judith Monarrez, finalmente lo ha recuperado, desatando una ola de emociones y recordando la importancia de nunca perder la esperanza. La conmovedora historia es viral en las redes sociales.

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Una desaparición inesperada

En 2015, Judith Monarrez, de entonces 28 años, vivía con sus padres en Las Vegas. Gizmo, quien tenía solo dos años en aquel momento, se escapó por una puerta defectuosa en el patio trasero de su casa. La búsqueda de Gizmo fue exhaustiva, pero las esperanzas de encontrarlo se desvanecieron con el tiempo.

Durante la década siguiente, la vida de Judith cambió significativamente. Se mudó a su propio hogar, obtuvo una maestría en inglés y comenzó una carrera como profesora en educación superior. A pesar de todos estos cambios, nunca dejó de buscar a su amado Gizmo.

El milagro de la microchip

El 17 de julio de 2024, Judith recibió un correo electrónico que la hizo caer de rodillas en su cocina, llorando de alegría. Gizmo había sido encontrado vivo. Una mujer había llevado al ahora envejecido perro a una clínica veterinaria, donde escanearon su microchip y enviaron una notificación a Judith.

Sin perder tiempo, Judith se dirigió al hospital veterinario para reunirse con Gizmo. La escena fue conmovedora. Aunque el perro había cambiado físicamente, con infecciones en los ojos, algunos dientes faltantes y una notable cojera, Judith supo de inmediato que era su Gizmo al mirarlo a los ojos.

“Aunque se veía tan diferente, cuando miré en sus ojos supe inmediatamente que era Gizmo”, recordó Judith. “Y tan pronto como dije su nombre, inclinó la cabeza y no dejó de mirarme”.

Un nuevo comienzo

El regreso de Gizmo a casa ha sido una mezcla de alegría y tristeza. Es evidente que los nueve años separados lo afectaron profundamente. Gizmo ahora tiene miedo a las sombras, las alturas y los pájaros. Sin embargo, Judith y su familia están dedicados a cuidar de su salud y darle todo el amor acumulado durante esos años de ausencia.

Este reencuentro coincide con la implementación de una nueva ordenanza en Las Vegas, que obliga a los dueños de mascotas a microchipear a sus perros y gatos a partir del 1 de agosto. Judith agradece haber registrado el microchip de Gizmo, lo que permitió este milagroso reencuentro.

SOBRE EL AUTOR

Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.