Ron y Joyce Bond probablemente sea el matrimonio más duradero del mundo. La pasada semana celebraron sus 81 años de casados, según informó ExtraCare, la organización a la que pertenece la residencia donde viven desde julio de 2013, en Milton Keynes, Reino Unido. Su relación es todo un ejemplo de amor que hasta llamó la atención de la reina Isabel II.
Ron, de 102 años, y Joyce, de 100, se conocieron en Bletchley y se casaron el 4 de enero de 1941 en la oficina del registro de Newport Pagnell cuando él tenía 21 y ella, 19. De aquel día Joyce recuerda que “había colas de parejas ya que la sección de Ron estaba siendo enviada al extranjero para ayudar en la guerra”.
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Con los años tuvieron dos hijos, Eileen y Bill. Mientras Ron trabajó en el garaje de Shell en Bletchley antes de jubilarse, Joyce lo hizo en el supermercado Woolworths en Queensway.
Joyce aseguró que el secreto para una relación tan duradera es la igualdad. “No esperábamos llegar a estos 81 años de matrimonio, somos muy afortunados. No hay uno que mande más que el otro, ambos damos y recibimos”, indicó. Por su parte, Ron admite que “a veces la vida es dura, pero la superamos juntos”.
Felicitación de la reina
El año pasado, al cumplir las ocho décadas de unión, Ron y Joyce recibieron una felicitación de la mismísima reina Isabel II del Reino Unido. “Qué maravilloso saber de su aniversario, espero que disfruten esta maravillosa ocasión”, les dedicó entonces la monarca.
Este año la pareja celebró su aniversario con té y pastel, y recibieron una dedicatoria del popular locutor escocés Ken Bruce en BBC Radio 2, a pedido de su hijo, Bill.
“Mis padres son una pareja verdaderamente inspiradora, no solo para mi hermano y para mí, sino también para sus nietos, bisnietos y tataranietos. No caben dudas que en esta historia de amor, que ha dado vuelta al mundo, se aplica la frase que tantas veces escuchamos. ¡Hasta que la muerte los separe!”, dijo su hija Eileen.
Eileen también recordó una curiosa anécdota de aquella lejana boda en 1941. “Se dijo de ellos que no durarían mucho, cómo puede equivocarse tanto la gente”.