VIRAL | La pandemia lo cambió todo. Reinventarse se volvió en una elección para poder sobrellevar esta “nueva normalidad”. Esta es la historia de Rodrigo Fernández, o “El Toto” como es conocido. Tiene apenas 13 años, es del barrio de Santa Rosa de Lima, en la ciudad de Santa Fe, Argentina, y cuenta cómo tomo la iniciativa de hacer realidad un sueño en plena pandemia. La historia de superación ha sido bastante comentada entre los usuarios de YouTube.
“Durante esta pandemia necesitaba sentirme ocupado. A mí me gusta hacer varias cosas, he llevado distintos cursos, quise probar con la peluquería para ver cómo era, a ver si estaba bueno y me gustó. Me enganché y ahora tengo mi propia peluquería. Durante seis meses corté el pelo gratis a toda la gente de mi barrio”, cuenta el adolescente Rodrigo “Toto” Fernández al diario El Litoral de Santa Fe, Argentina.
Luego de semanas trabajando gratis, Rodrigo pudo mejorar su habilidad en la peluquería y, hace unos días decidió abrir su propia barbería en casa con ayuda de sus padres. “Vinieron varios chicos porque tenían el pelo largo y yo les decía: ‘Ven que te voy a cortar, no te voy a cobrar’. Hay otros que me pagan, hice un poco de plata y fui pagando los cursos para hoy poder tener mi peluquería y trabajar”, dijo.
Rodrigo también contó cómo se decidió a abrir su barbería y empezar a cortar a los vecinos de su comunidad. “Junté unas tarimas y yo iba a cursos de carpintería. Le dije a mi papá: ‘Ven a ayudarme, vamos a hacer un mueble que necesito para mi peluquería’. Lo cortamos, lo lijamos y quedó. El espejo es de acá. La silla la compramos a mi prima y lo otro lo fui comprando con lo que recaudaba”, contó.
La jornada de “Toto” en su barbería comienza temprano, según cuenta él mismo: “Hay que levantarse temprano, a las 9:30 a.m., luego barrer y limpiar antes que vengan los clientes. Ver que la máquina esté aceitada. Atender bien a los clientes, preguntarles si está bien su corte, o qué necesitan, si quieren agua. Hay que ser responsable y tratar bien a las personas. Si los tratas mal, ya no regresan más”.
Independiente de su trabajo y su gran sentido de generosidad, Rodrigo dice que su inspiración máxima es su tío Ramón Gamarra, que falleció de COVID-19 hace poco y no pudo ver la peluquería de su sobrino. “Él me enseñó el valor, el respeto, la responsabilidad, el amor por el prójimo y el trabajo”, explicó. Finalmente, señaló que tras terminar su día: “Me siento orgulloso, feliz y cansado”, expresó el adolescente