Un padre donó parte de su hígado para salvar la vida de su hijo de dos años, quien padecía de una falla hepática. Tras poco más de nueve horas, el trasplante realizado por personal del Hospital Guillermo Almenara de EsSalud fue exitoso y el menor pudo ser dado de alta. Conoce los detalles de esta conmovedora historia.
A sus cortos dos años, Diego Celiz fue diagnosticado con falla hepática aguda, una enfermedad que afecta de manera rápida la función del hígado, según explica Mayo Clinic.
En el mes de agosto, el menor fue trasladado al Hospital Guillermo Almenara de EsSalud (Seguro Social de Salud), ubicado en La Victoria, y los médicos indicaron que se tenía que realizar un trasplante de hígado de urgencia.
“Diego se puso muy delicado, terminó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y en esa situación bastante crítica tuvimos que programar un trasplante de urgencia. En esos momentos de extrema urgencia no nos da tiempo de esperar a que aparezca un donante cadavérico. La donación es muy baja en el país y tenemos mucho tiempo de espera”, explicó Félix Carrasco, jefe del Servicio de Trasplante de Hígado del Hospital Guillermo Almenara
Debido a que estaban contra el reloj, personal médico propuso a los padres de Diego que uno de los dos sea el donante y ambos no dudaron en hacerlo. Tras realizar una serie de pruebas, determinaron que el más compatible era el padre de Diego, Elmer Celiz Portilla.
La cirugía se programó de urgencia, debido a que el hígado del menor estaba “enfermo y no daba para más”, según indicó Carrasco. La intervención se realizó durante nueve horas en dos quirófanos en simultáneo.
“Mientras al papá se le extraía dos segmentos de su hígado, en el otro quirófano se retiraba por completo el hígado enfermo de Diego, el cual se reemplazaría por los dos segmentos tomados del padre”, señaló el especialista.
“Una parte de mí ahora está en ti”
La intervención, en la que participó un equipo multidisciplinario, fue exitosa y el hígado implantado empezó a funcionar al poco tiempo, lo que permitió que los síntomas que tenía el niño (olor en la parte superior derecha del abdomen, malestar general, entre otros) desaparezcan poco a poco.
“Estuvo con ventilación mecánica y muchos fármacos para darle soporte y evitar su muerte. Poco a poco se fue recuperando y finalmente salió de alta de la UCI al octavo día”, apuntó el galeno.
Elmer Celiz Portilla, el padre del menor, había encomendado sus oraciones a Dios para que él pudiera ser el donante de su hijo, previo a la cirugía, según reveló ante las cámaras de EsSalud.
“Siempre le he rogado a Dios que yo pudiera ser compatible y felizmente todo salió para bien. Estoy agradecido que una parte de mí permita que esté con nosotros ahora”, dijo el hombre.
“Lo hemos visto en UCI decaído y ahora verlo así fue una gran alegría”, agregó.
La madre del menor, Lilia Orihuela Rodríguez, recordó que cuando llegaron al hospital, los médicos le advirtieron que tenía que “estar preparada para lo que sea”, algo que no pudo asimilar. Sin embargo, tanto ella como su esposo nunca perdieron la fe.
“A pesar de las pruebas que Dios nos dio nunca dejamos de confiar. Para mí es un sueño”, señaló.
Los esposos agradecieron la labor del personal médico de EsSalud por salvar la vida del pequeño Diego, quien podrá realizar su vida sin complicaciones.
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