Un hombre en Estados Unidos al que le dijeron que le quedaba un año de vida después de haber sido diagnosticado con cáncer a sus cortos 12 años ha celebrado su cumpleaños número 30, sin escuchar nunca que esté libre de cáncer. Su valiente historia de sobrevivencia se ha hecho viral entre los usuarios de las redes sociales.
El padre de dos hijos, de la ciudad de Nashville, en el estado de Tennessee, Estados Unidos, contó que le diagnosticaron un tumor cerebral en el año 2005 y se tuvo que resignar a comprender que le dijeran que podría estar muerto a sus cortos 13 años.
Sin embargo, el hombre de 30 años ahora ha compartido su increíble historia de sobrevivencia durante los últimos 18 años: se casó, tuvo hijos e incluso consiguió un trabajo en el hospital donde recibió su diagnóstico de shock: el Hospital Vanderbilt en la ciudad de Nashville.
Mientras optaba por permanecer en el anonimato, el hombre compartió imágenes de su yo más joven en el hospital, explicando cómo los médicos estaban tan seguros de su pronóstico, sugirieron que la familia aceptara y ofreciera unas vacaciones de ensueño en Hawái gracias a la Fundación Make-A-Wish.
Explicando más sobre su viaje desafiando a los médicos, el hombre dice que le diagnosticaron astrocitoma pilomixoide, un cáncer agresivo con bajas tasas de sobrevivencia.
La enfermedad generalmente afecta a niños muy pequeños, con una edad promedio de diagnóstico de 18 meses, según un estudio de 2004 publicado en la revista Medscape General Medicine.
La historia del diagnóstico
El hombre, que usa el nombre de usuario SilentWalrus92, contó su historia en la plataforma Reddit y dijo que primero se enfermó y sufrió vómitos intensos, que los médicos inicialmente descartaron como un virus estomacal.
Pero a medida que su condición se deterioró, sus padres lo llevaron al departamento de emergencias donde un escáner reveló la devastadora noticia de que en realidad tenía un tumor cerebral.
El hombre recordó que se sometió a una cirugía para extirpar la mayor cantidad posible del tumor antes de ser tratado con radioterapia.
Después del tratamiento, el entonces joven quedó con pérdida de memoria a corto plazo, lo que significa que le resultaba difícil recordar los nombres de las personas o lo que acababa de hacer o comer.
Temiendo que el final estuviera cerca, la Fundación Make A Wish le concedió su último deseo de irse de vacaciones a Hawái con su familia.
Superando la adversidad
Sin embargo, ha superado las expectativas de los médicos: vivir una vida plena sin escuchar la noticia de que está en remisión.
El hombre ahora afirma que su cáncer era tan raro, con solo una de cada cuatro personas diagnosticadas en 2005, que los médicos no estaban seguros de un pronóstico exacto.
“Los médicos no tenían idea de por qué mi cirugía y tratamiento fueron tan exitosos. El hospital envió mi tumor para que lo estudiaran y continuaron haciéndome resonancias magnéticas regulares todos los años hasta ahora. Terminé mi revisión de resonancia magnética final este año”, dijo.
Si bien lleva una vida relativamente normal, describió cómo todavía sufre pérdida de memoria y tiene que llevar un pequeño cuaderno para escribir cosas.
“Nunca hubo un ‘felicitaciones, estás libre de cáncer’. Solo escaneos cerebrales anuales durante los últimos 18 años para asegurarse de que el tumor aún no haya comenzado a crecer nuevamente”, concluyó.