El pasado 15 de julio, en la interestatal 75 en Dalton, Georgia, se vivió un momento de tensión y heroísmo que demostró que la valentía y el ingenio no tienen edad. Drake Linn, un niño de apenas 10 años, se convirtió en el héroe del día al tomar el control del vehículo de su abuelo, Hugh Cox, después de que este perdiera el conocimiento mientras conducía a 70 mph (112 km/h). La historia es viral en las redes sociales.
Drake Linn viajaba como pasajero en el camión de su abuelo, remolcando un bote, cuando de repente notó que algo andaba mal. Hugh Cox, de 68 años, estaba hablando por teléfono con un compañero de trabajo cuando, de repente, dejó de hablar y quedó con una expresión de aturdimiento. Drake, preocupado, le llamó, pero no obtuvo respuesta. Cox había perdido la consciencia.
Cox, diabético insulinodependiente, llevaba un dispositivo de monitoreo de glucosa que, desafortunadamente, había dejado de funcionar la noche anterior. Esa mañana, Cox llamó a su farmacia para reemplazarlo, pero le informaron que había un problema con el seguro y que debía esperar a que se resolviera. Sin su dispositivo, Cox no pudo detectar que su nivel de azúcar en la sangre estaba bajando peligrosamente rápido, llevándolo a un coma diabético, una condición que puede ser fatal si no se trata a tiempo.
El acto heroico de un niño
Ante la emergencia, el compañero de trabajo de Cox, que seguía en la línea telefónica, le indicó a Drake que utilizara el celular de su abuelo para llamar a su madre, Jessica Linn. Ella, con una serenidad que solo las madres pueden encontrar en momentos de crisis, le dio instrucciones a su hijo para que se sentara en el regazo de su abuelo, tomara el volante y dirigiera el camión hacia el arcén de la carretera. Sin embargo, en medio de la desesperación, la llamada se cortó.
“Sentí que probablemente esa era la última vez que iba a escuchar su voz”, comentó Linn sobre su hijo. “Fue la sensación más desesperada y fuera de control”.
Drake, que vive en una granja en Calhoun, Georgia, y tiene experiencia conduciendo carritos de golf y vehículos todo terreno, tomó el control del camión con una determinación asombrosa. “Estaba en medio de la interestatal y no sabía dónde estaba, así que conduje alrededor de una milla hasta que supe dónde estaba”, relató Drake. Tenía un solo pensamiento en mente: “Tengo que ir rápido y conseguir una ambulancia aquí antes de que él muera”.
Una maniobra precisa
Drake logró llevar el vehículo al arcén y detenerlo de manera segura, evitando que el bote remolcado se estrellara hacia adelante. Luego, con una calma impresionante, llamó al 911 y explicó la situación al despachador. “Mi papa es diabético”, dijo, según la grabación de la llamada. “Lo llevé al costado de la carretera... estamos justo en la salida 320″. Con lágrimas en los ojos y una voz temblorosa, Drake añadió: “Estoy realmente asustado. No quiero que muera”.
Las autoridades y los servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar, seguidos por Jessica Linn, quien se dirigió allí en cuanto recibió la llamada de su hijo. Los paramédicos administraron una solución intravenosa a Cox, quien comenzó a sentirse mejor en aproximadamente 20 minutos. Una vez estabilizado, su hija lo llevó a casa.
Un héroe reconocido
“Mi azúcar ha bajado antes, pero nunca había sido tan grave”, comentó Cox, reconociendo que, de no haber sido por la rápida intervención de su nieto, el desenlace podría haber sido trágico. “Generalmente voy solo cuando recojo un bote... le pregunté si quería venir y nos fuimos”, añadió. “Fue bueno tenerlo conmigo”.
Cox expresó su orgullo por su nieto: “Estoy muy orgulloso de él. Es un buen chico”.
La valentía de Drake no pasó desapercibida. El Sheriff Mitch Ralston del Condado de Gordon comentó: “Las acciones de ese niño fueron simplemente extraordinarias. Esto no es algo que sucede todos los días. Que él pudiera lograr eso fue simplemente asombroso”. En reconocimiento a su valentía y rápida respuesta, Ralston otorgó a Drake un Premio de Servicio Ciudadano el 17 de julio, que coincidió con su undécimo cumpleaños. Además, le regalaron una gorra, una camiseta y cuatro boletos para un juego de los Atlanta Braves.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.