Perro que fue sacrificado “revive”, escapa de su tumba y vuelve con sus dueños
Una organización animalista rusa compartió la historia de Kiriusha, un pastor alemán que fue hallado a un lado del camino cerca de un bosque muy exhausto ya que acababa de emerger de su sepulcro.
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Kiriusha, ejemplo de resiliencia
Lo sacrificaron y enterraron solo para descubrir días después que seguía con vida. Gran asombro causó en Rusia la historia de un perro llamado Kiriusha, que “volvió a la vida” de entre los muertos para sorprender a sus dueños. Originario de la ciudad de Utjá, sus propietarios decidieron aplicarle la eutanasia y lo depositaron en una tumba que cavaron en medio de un bosque lejano. | Crédito: vk.com/dobriy_gorod
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Rescatado por un héroe sin capa
Increíblemente, el perro emergió de su sepulcro y comenzó a caminar hacia el camino más cercano, donde fue encontrado por un automovilista amante de las mascotas, que se detuvo para subirlo a su vehículo y llevarlo a un centro de rescate animal. El can fue atendido por los veterinarios y, al ver que había recobrado su salud, lo ubicaron en un hogar temporal mientras daban a conocer su caso en las redes sociales. | Crédito: vk.com/dobriy_gorod
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El poder de las redes sociales
Después de ver unas fotos del rescate de Kiriusha, sus propietarios originales se pusieron en contacto con la organización y, según precisaron, el perro padeció por bastante tiempo de una enfermedad que al parecer no tenía cura y lo hacía sufrir mucho, por lo que decidieron ponerlo a dormir para siempre; sin embargo, la dosis que usaron al parecer no fue tan letal como creían y solo lo dejó inconsciente. | Crédito: vk.com/dobriy_gorod
Un dato a considerar es que los veterinarios que trataron a Kiriusha indicaron que el can solo sufría de una artritis crónica moderada, la misma que no justificaba que lo eutanizaran. Y como si eso no fuera suficiente, al día siguiente sus dueños cambiaron su versión de los hechos precisando que su perro todavía seguía donde lo enterraron, algo que le pareció extraño a los encargados del refugio, y se rehusaron a enviarles fotos que podrían usar como evidencia.
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