México: joven cumplió su sueño de conocer la NASA tras sobrevivir a una peligrosa enfermedad

Tiempo después de luchar por su vida, Andrea González cumplió su sueño de ir a la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) y demostrar que la mujer mexicana es suficientemente capaz elaborar proyectos científicos de gran envergadura. La joven de 19 años le contó a EFE que desde pequeña soñaba ser astronauta y estar en la NASA, meta que cumplió en los últimos meses de 2019 cuando fue elegida por la Agencia Espacial Mexicana para The International Air and Space Program. Su historia se hizo viral en YouTube.

“Significó algo muy grande, primero poder representar a mi universidad, a la mujer mexicana y un sueño realizado porque desde chiquita a mí me encanta la NASA, el espacio, yo quería estudiar ingeniería aeroespacial porque pensaba que de esa manera podría llegar más pronto ahí”, dijo enfundada del traje especial que utilizó en ese lugar.

Andrea González estudia ingeniería en nanotecnología en la Universidad de Guadalajara porque sus padres no pudieron financiar la carrera que ella quería. En marzo del 2019 la joven estuvo cerca de perder la vida al sufrir una trombosis en una de sus piernas. Fue sometida a una delicada cirugía de emergencia que la tuvo postrada en cama por varias semanas.

Tiempo después supo de la convocatoria del programa, ella completó una serie de pruebas y requisitos muy estrictos por parte de la NASA y fue aceptada para realizar una estancia de capacitación. La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) abrió sus puertas por primera ocasión para recibir a Andrea y un grupo de jóvenes en sus instalaciones de Huntsville, Alabama (EE.UU.), en donde realizaron pruebas de gravedad cero, simulaciones de misiones a Marte y además fueron retados a crear un material que pudiera usarse en las bases que la agencia espacial pretende abrir en la Luna.

“Los astronautas utilizan oro en sus cascos y propusimos cambiarlos por otros de cristales de cuarzo sintéticos porque es el cristal más duro del planeta, eso los protegería de los polvos cósmicos y las piedras y los podrían utilizar en las bases lunares que piensan construir en la Luna, además es barato para construirlo”, explicó.

Aunque el proyecto del equipo en el que Andrea trabajó no resultó ganador, la joven aseguró que buscará ser aceptada de nuevo en el programa de este año para generar un proyecto que esta vez gane el primer lugar y pueda ser probado en la Estación Espacial Internacional. “Me encantaría volver otra vez al programa para ganar el primer lugar para no quedarme con esa espinita y saber que si puedo, que voy a lograrlo”, concluyó.

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