Muchas hierbas y plantas no solo sirven para condimentar las comidas, sino que también son empleados en infusiones gracias a sus fines medicinales. Uno de ellos es el orégano, aclamado por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y analgésicas.
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Las aromáticas hojas del orégano no solo son usadas en la gastronomía, sino que el té es consumido en diversos países para disminuir la inflamación, el dolor muscular y problemas de digestión, convirtiéndose en un gran remedio casero.
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Además, el orégano ayuda a matar a hongos y bacterias como la salmonella, así como a evitar su crecimiento. De igual manera, estudios de la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad de Illinois destacan que es un conservador natural de alimentos.
Entre los beneficios de esta infusión destacan el tratar los problemas de estreñimiento o después de haber consumido alguna comida muy pesada como la acidez o el reflujo. Este té también favorece la correcta circulación sanguínea, tiene efecto relajante por lo que ayuda a conciliar el sueño, así como a controlar los estados de ansiedad, estrés o de nerviosismo en general.
¿Cómo prepararlo?
Nunca es tarde para comenzar con su ingesta y notar todos sus beneficios en el organismo. Aquí te dejamos la receta del té de orégano.
Ingredientes:
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- 2 cucharaditas de orégano seco
- 1 taza de agua
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Preparación:
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- Hervir el agua.
- Poner el orégano seco en un colador de té.
- Dejar reposar las hojas en el agua caliente durante 2 a 5 minutos.
- Retirar el colador y tomar la infusión.
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Cómo ahorrar dinero al cocinar
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.
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Beneficios del café para la salud
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