Preparar platillos en el horno resulta delicioso para muchos. La cocción que brinda este electrodoméstico es distinta a usar una olla o microondas; sin embargo, en muchos casos la bandeja queda muy sucia y limpiarla se convierte en un dolor de cabeza. Para desprender toda la grasa y restos quemados en cuestión de segundos hay diversos trucos caseros que se pueden poner en práctica.
Así como se debe asegurar el correcto mantenimiento del horno, también es vital eliminar la suciedad que se va acumulando en estos utensilios pues la comida podría adquirir sabores extraños. Lo más recomendable es poner recipientes y usar papel de hornear o papel aluminio sobre la bandeja para no dañarla.
Una vez terminada la cocción es ideal que limpies el horno de inmediato con agua y jabón ayudándote con una esponja, eso sí, cuando ya esté frío del todo para que no te quemes.
Trucos con productos naturales
No hay nada mejor que los remedios caseros para asegurar la correcta limpieza. Aquí te dejamos algunas opciones para decirle adiós a la grasa.
1. Vinagre y bicarbonato
El bicarbonato de sodio es el producto más utilizado para diferentes problemas domésticos. En este caso, el unirlo con vinagre permitirá limpiar la bandeja del horno quemada. Hay que hacer una pasta añadiendo en un recipiente 10 cucharadas de bicarbonato, tres de vinagre y cuatro cucharadas de agua caliente. El vinagre debe ir poco a poco para evitar que se genere mucha espuma.
Distribuye la pasta en el horno y las áreas que estén más sucias. Deja actuar durante varias horas antes de retirar con la ayuda de una esponja y agua con un pulverizador.
2. Agua hirviendo
Al retirar las bandejas del horno no hay nada mejor que usar el agua a altas temperaturas. Ponlas en el fregadero con un poco de lavavajillas y déjalas en remojo durante un par de horas. Luego lávalas con cuidado y sécalas.
3. Limón
Este fruto también ayuda a eliminar los olores que se acumulan en el horno. Desde ‘El Español’ recomiendan agregar agua a la bandeja y añadir el zumo de un limón y su cáscara. Enciende el horno y deja actuar durante 20 o 30 minutos. Pasado el tiempo retira la bandeja y lávala como de costumbre.
4. Agua oxigenada y bicarbonato
Otro método efectivo aconseja limpiar la bandeja quemada cubriéndola con una capa de bicarbonato, una capa de peróxido de hidrógeno y otra de bicarbonato de sodio.
Dejar actuar la mezcla por un par de horas y luego limpiar con movimientos circulares con la ayuda de un cepillo de cerdas suaves o una esponja. Enjuagar con agua y jabón.
¿Cómo ahorrar dinero al cocinar?
Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado algunos consejos bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos trucos y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.