La casa es ahora es el lugar donde muchas familias pasan todo el día, debido a la pandemia del coronavirus. Si bien hay quienes deben acudir a su centro de labores, otro grupo permanece en sus hogares como medida de precaución y realizando el teletrabajo para salvaguardar su salud. Ante este panorama, las probabilidades de sufrir un accidente doméstico aumentan y se debe estar preparado para cualquier eventualidad.
MIRA TAMBIÉN: ¿Cómo tratar heridas y quemaduras en casa?Ya sea un estirón al hacer ejercicio, una quemadura en la cocina o un resbalón al limpiar, los accidentes dentro de casa están siendo cada vez más frecuentes. Por ese motivo, es vital conocer cuáles son los más comunes y qué debemos hacer si un familiar se encuentra en peligro.
Caídas
Resbalarse, tropezarse o doblarse un pie son accidentes bastantes regulares en el día a día. Si las consecuencias son un dolor intenso, persistente o se deforma la extremidad afectada, debe ir de inmediato a un centro de salud. El Dr. Jordán Gutiérrez, médico de Mapfre, explica que si el dolor es leve, se recomienda elevar la zona lesionada y aplicar una compresa de hielo envuelta en una toalla sobre la zona afectada entre 10 a 20 minutos. Repetir varias veces al día durante uno o dos días, según sea necesario.
Traumatismos
Se trata de golpes que se producen a causa de una fuerza externa que agrede de manera violenta contra el cuerpo y que da lugar a heridas o hemorragia. Lo primero es asegurarse que la persona esté despierta y alerta si es que se golpeó la cabeza o si es que presenta dolor intenso o sangrado profuso en la zona afectada. Si esto sucede, acudir a una clínica de inmediato. Si no ha sido tan fuerte el golpe, lo recomendable es dejar la parte afectada en reposo e inmovilizarla, así también como poner hielo o frío local para bajar la inflamación. No debe automedicarse de ninguna manera.
Quemaduras
Este accidente puede suceder por contacto de objetos o líquidos a altas temperaturas en la piel. Su gravedad depende de su extensión y profundidad, pero lo que se debe hacer para atender una quemadura leve es dejar caer el agua fría del caño sobre el área afectada al menos durante diez minutos. Las ampollas son un signo de gravedad y sólo un especialista podrá reconocer el grado de la quemadura, por ello es esencial que un médico de emergencia lo vea.
Intoxicaciones
El uso excesivo de lejía y alcohol en estos tiempos es usual, pero debe ser con mucho cuidado. Si alguien ingiere de manera accidental alguna sustancia potencialmente tóxica lo primero que debe de hacer es reconocer qué ha ingerido y acudir de inmediato a clínica. Si es posible llevar el frasco al centro de salud. Los enjuagues, inducción al vómito o ingerir abundantes cantidades de agua, leche o aceite están contraindicados en todos los casos.
Descargas eléctricas
El peligro de una descarga eléctrica depende del tipo de corriente, cuán alto es el voltaje, de qué forma la corriente se desplazó por el cuerpo, la salud general de la persona y la rapidez con que ésta recibió tratamiento. Lo primordial es realizar conexiones eléctricas de manera correcta y si es posible asesorándose con un especialista, evitar manipular conexiones eléctricas sin la protección ni cuidado adecuado. Si hay niños pequeños en casa, proteger los enchufes y no dejar nada conectado cerca a ellos. De sufrir una descarga eléctrica acudir a un centro de salud o inmediatamente llamar a los bomberos.
Finalmente, es importante que la familia evalúe la posibilidad de contar con un seguro de accidentes del hogar, y estar aún más protegidos.
Cómo tratar quemaduras leves en casa
- Estas lesiones son resultado del contacto con agentes térmicos, como el agua, objetos y vapores calientes, la llama del fuego, una descarga eléctrica, entre otros. Dependiendo de la severidad del agente, el tiempo de exposición, la zona de la piel afectada y el tipo de paciente en cuestión, es que la lesión puede ser de mayor o menor grado de profundidad y/o intensidad (quemaduras grado I, II y III).
- En casa, los accidentes más frecuentes incluyen quemaduras con agua caliente (al volcarse una taza de café o leche caliente), vapor caliente (al destapar una olla) o tomar contacto con una superficie caliente (de una olla o de la parrilla). En todos estos casos, guardar la calma, dar tranquilidad al accidentado y trasladarlo a un lugar seguro será lo primero que haremos. Rápidamente (y de ser el caso, sin retirar las prendas de la zona afectada) refrescar la zona con agua corriente (del caño) durante algunos minutos para reducir el daño térmico y calmar el dolor.
- Luego, usar una crema especial para quemaduras que combine agentes anestésicos, para mitigar el dolor y antisépticos para reducir la posibilidad de infecciones sobre agregadas.
- Nunca usar agua o compresas frías, ya que potenciarán las lesiones. Igualmente, no aplicar productos caseros no aprobados para estos casos, como el aceite, la pasta dental, sal, emplastos u cremas cosméticas disponibles en casa.
Cómo controlar la rosácea
- Evita exfoliarte la cara: esto puede irritar tu piel. Procura no usar cosméticos que contengan alcohol, aceites derivados del petróleo, fragancias o excesivos conservantes. Es mejor usar productos para pieles sensibles.
- La correcta alimentación es clave: se recomienda no ingerir alimentos altos en picante y tratar de evitar el alcohol y la cafeína. De preferencia, se debe tratar de consumir productos bajos en grasas, menos refinados y naturales.
- Evita el deporte extremo: haz ejercicio sin esfuerzos competitivos y en menor tiempo, pues al esforzarte la piel suele irritarse aún más.
- Menor exposición al agua caliente: trata de utilizar siempre agua tibia, pues el vapor de la ducha o de las bebidas calientes podrían activar la rosácea.
- Reduce tu estrés emocional: Intenta realizar ejercicios de meditación o respiración profunda para relajarte. En estos momentos de cuarentena, donde hay mayor dificultad para calmar la mente, mantente ocupado haciendo distintas actividades en casa, se recomienda optar por yoga y estiramientos.