La conquista del espacio es uno de los grandes sueños de la humanidad. Pero, ¿qué tan preparado está el ser humano para llegar a la frontera final? (Foto: I am 3D animator artist /iStock)
La conquista del espacio es uno de los grandes sueños de la humanidad. Pero, ¿qué tan preparado está el ser humano para llegar a la frontera final? (Foto: I am 3D animator artist /iStock)
Angela Espinoza Hermoza

Desde que el 12 de abril de 1961 el soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en orbitar la Tierra, el sueño ha sido la conquista del espacio. Neil Armstrong dio el “primer salto para el hombre” en la superficie lunar el 20 de julio de 1969 y desde entonces la exploración del espacio no se ha detenido.

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Estados Unidos y Rusia, antes Unión Soviética, protagonizaron la carrera espacial durante el siglo XX con la exploración de los planetas el Sistema Solar, a través de la NASA y Roscosmos. Hacia finales de los años 90 comenzó una de las mayores proezas de ingeniería: la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), un laboratorio en donde astronautas permanecen durante largos periodos de tiempo realizando investigaciones con miras a futuras misiones espaciales, con la intención de volver a pisar la Luna y llegar a Marte.

Uno de los objetivos es regresar a la Luna. (Foto: peepo /iStock)
Uno de los objetivos es regresar a la Luna. (Foto: peepo /iStock)

Pero, ¿cuáles son los peligros a los que se exponen los astronautas fuera de la Tierra?

En nuestro planeta, magnetósfera se encarga de proteger a los seres vivos de los rayos cósmicos. “La Estación Espacial Internacional viaja a través de la órbita terrestre baja, dentro de la protección de la Tierra, y el casco de metal de la estación ayuda a proteger a la tripulación de los dañinos rayos cósmicos”, sostiene la NASA en su Peligro para los astronautas del espacio profundo”. Sin embargo, la agencia espacial estadounidense aclara que una vez que un astronauta viaja más allá de la protección de la Tierra, se enfrenta a una fuerte radiación y debe mitigar los efectos nocivos que puede causar dicha exposición. La Radiación Cósmica Galáctica (GCR, por sus siglas en inglés) es uno de los tipos de radiación que preocupa a la NASA y otras agencias espaciales que tienen la intención de regresar a la Luna y han fijado a Marte en la mira de futuras misiones.

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Efectos de la radiación cósmica galáctica

Colonizar Marte sigue siendo uno de los grandes sueños de la humanidad. Sin embargo, la radiación en un planeta sin campo magnético es un peligro para el ser humano. (Foto: peepo/iStock)
Colonizar Marte sigue siendo uno de los grandes sueños de la humanidad. Sin embargo, la radiación en un planeta sin campo magnético es un peligro para el ser humano. (Foto: peepo/iStock)

En un reciente artículo publicado en se han dado más alcances sobre cuáles podrían ser los efectos de este tipo de radiación en los futuros exploradores espaciales.

Durante las próximas misiones el espacio exterior, la GCR podría penetrar los escudos de las actuales naves espaciales. Los estudios anteriores han demostrado que la GCR puede provocar déficits cognitivos a corto plazo en roedores machos. Esta nueva investigación revela que la exposición a la Radiación Cósmica Galáctica en el caso de roedores hembras puede causar déficits de aprendizaje duraderos.

El alimento que disminuye el impacto

Asimismo, en el estudio también se identificó que el impacto de la GCR en la cognición fue menor cuando se alimentó a los ratones con un compuesto antioxidante y antiinflamatorio denominado CDDO-EA.

Nuestro estudio sienta las bases para una futura delimitación causal de cómo responde el cerebro a la exposición compleja a la Radiación Cósmica Galáctica y cómo estas adaptaciones cerebrales resultan en comportamientos alterados”, destacó la coautora correspondiente , PhD, del Instituto de Investigación del Hospital de Niños de Filadelfia y la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.


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