El aumento de la humedad atmosférica puede alterar los patrones climáticos críticos en África, dificultando la formación de los precursores de muchos huracanes del Atlántico. Un estudio publicado en el Journal of Advances in Modeling Earth Systems, dirigido por científicos del NCAR (National Center for Atmospheric Research), utilizó un modelo innovador que permite simulaciones de formación de huracanes con mayor resolución que nunca antes. Esto permitió a los investigadores estudiar los efectos del aumento de la humedad regional en África, que es la cuna de los sistemas climáticos que luego producen huracanes en el Atlántico.
Investigaciones anteriores han sugerido que el agua oceánica más cálida y una atmósfera más húmeda podrían hacer que los huracanes se vuelvan más intensos con mayores cantidades de lluvia. Pero hasta ahora no se ha estudiado en detalle cómo la humedad atmosférica, que se prevé que aumente en un clima más cálido, puede afectar la formación de huracanes en sí.
Los investigadores descubrieron que un entorno más húmedo producía ondas del este africanas más débiles y de movimiento más lento, o perturbaciones que son el precursor principal o “semilla” de los huracanes en el Atlántico. La humedad varió la ubicación de las tormentas dentro de la ola, lo que dificultó su crecimiento. El aumento de la humedad también ralentizó el movimiento de la ola, lo que provocó que la formación de las semillas de los huracanes fuera más débil y más tardía cuando alcanzaron las aguas del Atlántico oriental.
“Durante las últimas dos décadas, se ha hecho mucho hincapié en el papel de la convección húmeda profunda para explicar el desarrollo de las ondas del este africanas”, afirmó en un comunicado Kelly Núñez Ocasio, autora principal. “Pero el papel preciso de la humedad ha resultado algo esquivo. Con el desarrollo de nuevas capacidades de modelado, pude centrarme en el papel de la humedad en la ciclogénesis que surge de la semilla del huracán”.
El nacimiento de los huracanes y otros ciclones tropicales, conocido como ciclogénesis, es un proceso complejo en el que se producen simultáneamente fenómenos meteorológicos de pequeña escala y fenómenos atmosféricos de gran escala. Esta complejidad ha dificultado el estudio y modelado de la formación de los ciclones tropicales. La mayoría de los modelos climáticos proporcionan sólo una imagen granulada de lo que está sucediendo con el clima localizado, lo que hace que sea difícil aprender algo sobre el papel de los ingredientes individuales, como la humedad, que se mezclan para crear la ciclogénesis.
Para abordar esto, el equipo de investigación recurrió al Modelo de Predicción a Través de Escalas (MPAS). El MPAS tiene la capacidad de modelar el clima tanto a nivel local como global. Esta capacidad permitió a Núñez Ocasio y sus colegas alejarse y simular la humedad global y luego acercarse para ver cómo interactuaría con los eventos climáticos localizados que conducen a la formación de ciclones tropicales.
Los investigadores comenzaron el experimento utilizando el MPAS para reproducir una ola africana del este impulsada por la humedad que se convirtió en el huracán Helene en 2006. El equipo utilizó esa base para agregar o quitar humedad y estudiar lo que sucedió con esos cambios.
“Cuando aumenté la humedad, vimos más convección y tormentas eléctricas, lo cual es de esperar; sin embargo, descubrimos que las olas luchaban por emparejarse con la convección más intensa y profunda”, dijo Núñez Ocasio. “Con el aumento de la humedad, la fuente de energía de las semillas de los ciclones tropicales se desplazó hacia el norte y más lejos, reduciendo la energía cinética disponible para la onda oriental africana, lo que dio lugar a semillas de ciclones tropicales débiles y carentes de energía”.
El estudio de la evolución de los ciclones tropicales después de esta fase inicial quedó fuera del alcance de este estudio. Se necesita más investigación para descubrir si estas semillas más débiles conducen a ciclones tropicales y huracanes más débiles o si simplemente tardarán más en formarse.
Las condiciones que conducen a la formación de ciclones tropicales son complejas, pero los investigadores esperan que estas nuevas técnicas de modelado conduzcan a mejores predicciones.