Una nueva investigación pone en entredicho la idea de que la domesticación sea la única responsable de la reducción del tamaño cerebral en los animales domésticos, en concreto en los perros.
El estudio, publicado en Biology Letters, emplea un método comparativo filogenético para analizar si el perro doméstico ( Canis familiaris ) presenta un cerebro excepcionalmente pequeño en relación con su tamaño corporal en comparación con otras especies de cánidos.
La creencia predominante ha sido que la domesticación conduce a una reducción significativa del tamaño cerebral debido a la relajación de las presiones de selección, como la menor necesidad de alimentación, la competencia por el apareamiento y la evitación de los depredadores. Se cree que este fenómeno es el resultado de la menor necesidad de tejido cerebral, metabólicamente costoso, en un entorno doméstico. Aunque los perros domésticos muestran una disminución sustancial del tamaño cerebral en comparación con su ancestro salvaje, el lobo gris ( Canis lupus ), este estudio tuvo como objetivo determinar si esta reducción es excepcional cuando se la considera en un contexto filogenético más amplio.
Estudio de 25 especies de cánidos
László Zsolt Garamszegi, del Instituto de Ecología y Botánica del Centro de Investigación Ecológica de Hungría, y Niclas Kolm, de la Universidad de Estocolmo, analizaron datos del tamaño del cerebro y del cuerpo de 25 especies de cánidos, incluidas razas de perros antiguas que son genéticamente más cercanas al perro domesticado ancestral. Sus predicciones filogenéticas y regresiones alométricas mostraron que la reducción del tamaño del cerebro en los perros domesticados no es una singularidad evolutiva inequívoca. El tamaño del cerebro observado en los perros estuvo dentro del rango esperado para la mayoría de las razas antiguas utilizadas en el estudio, lo que sugiere que la domesticación no es la única influyente en la reducción del tamaño del cerebro entre los cánidos.
Curiosamente, el estudio encontró que el perro mapache común ( Nyctereutes procyonoides ), que hiberna, es un caso atípico más pronunciado en términos de reducción del tamaño del cerebro. Se plantea la hipótesis de que la hibernación, asociada con períodos prolongados de baja actividad metabólica y escasez de alimentos, limita la evolución del tamaño del cerebro debido a las altas demandas de energía de los cerebros grandes. El tamaño cerebral significativamente menor del perro mapache respalda esta hipótesis, destacando que otros factores además de la domesticación, como las adaptaciones ecológicas como la hibernación, también pueden impulsar reducciones en el tamaño del cerebro.
El estudio concluye que, si bien la domesticación contribuye a la reducción del tamaño del cerebro en los perros, no se debe exagerar su importancia como una fuerza evolutiva excepcionalmente poderosa. Los hallazgos sugieren que otras presiones ecológicas y evolutivas pueden afectar de manera similar al tamaño del cerebro y también pueden mediar variaciones extremas en especies no domesticadas. Una perspectiva más equilibrada y menos centrada en los humanos podría refinar nuestra comprensión de la compleja interacción entre la domesticación y la evolución del tamaño del cerebro en los mamíferos.