Los medicamentos son elementos importantes para la salud de las personas y durante esta temporada de verano es crucial no exponerlos al sol. De lo contrario, se deteriorarán y provocarán efectos no deseados. Conoce la manera adecuada de conservarlos.
Millones de personas utilizan medicamentos para curarse de enfermedades o aliviar sus síntomas. Sin embargo, estos elementos deben dejar de usarse cuando están caducos o cuando se estropean mucho antes de lo imaginado.
Durante la temporada de verano, una serie de medicamentos se pueden ver daños si se los expone al sol directamente. Los principales productos que se descomponen suelen ser las cremas y gotas oftálmicas, seguidas por los jarabes, inyectables y tabletas, de acuerdo especialistas de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) y del Ministerio de Salud (Minsa).
¿Cómo conservarlos los medicamentos en casa adecuadamente?
Los medicamentos que están expuestos a la luz del sol, a las fuentes de calor como la cocina o lugares con humedad (lavaderos o baños) pueden verse dañados y, de esta manera, alterar sus propiedades terapéuticas.
Para que esto no ocurra, la coordinadora de las farmacias institucionales de la Digemid, Janireth Pahuara, sugirió observar los medicamentos antes de utilizarlos para comprobar que no hay ninguna alteración.
“Si observamos que las pastillas e inyectables cambiaron de color y consistencia, ya no debemos utilizarlos”, indicó Pahuara.
“Lo propio ocurre con las cremas, ungüentos, gotas oftálmicas y preparados farmacéuticos cuyo aspecto, color y olor se encuentren alterados; también en el caso de los supositorios y óvulos si están derretidos. Asimismo, si los jarabes presentaran capas extrañas o granulaciones es momento de desecharlos”, remarcó.
En ese sentido, los medicamentos deben guardarse en un lugar fresco, lejos de lugares con calor y humedad. Asimismo, se debe seguir cuidadosamente las indicaciones que se encuentran en los productos para su adecuada conservación
Además de perder sus propiedades terapéuticas, los medicamentos también pueden provocar algunos efectos no deseados como cólicos, intoxicaciones, mareos, vómitos, alergias, entre otros.
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