Uno de los problemas más grandes que pueden ocurrirle a tus cubiertos es que estos se oxiden, especialmente aquellos hechos de acero inoxidable, ya que la exposición al aire, la humedad o incluso al lavavajillas ocasionan este problema. Esta situación no solo afecta la apariencia de estas herramientas de cocina, sino que también puede contaminar los alimentos y ser perjudicial para la salud. Por ello, te comparto un solución casera que te ayudará en estas situaciones.
Uno de los productos más comunes es el uso del vinagre blanco, que actúa como un agente de limpieza natural y descompone el óxido. Sumergir los cubiertos en una solución de este elemento es un método eficaz para ablandar el óxido. Aquí te explico los pasos a seguir.
Cómo eliminar el óxido de los cubiertos con vinagre
Eliminar el óxido de los cubiertos con vinagre es un proceso sencillo que puedes hacer en casa. Aquí te muestro los pasos:
Ingredientes:
- Vinagre blanco.
- Aceite mineral o aceite para utensilios de cocina (opcional).
Pasos:
- Reúne los cubiertos oxidados y lávalos con agua tibia y jabón para eliminar cualquier suciedad o residuo superficial. Sécalos con un trapo limpio.
- Llena un recipiente lo suficientemente grande como para sumergir los cubiertos con vinagre blanco. La cantidad de vinagre dependerá de los cubiertos y su tamaño. Por lo general, un par de tazas de vinagre son suficientes.
- Coloca los cubiertos en el recipiente con vinagre, asegurándote de que estén completamente sumergidos. Asegúrate de que el vinagre cubra todas las áreas oxidadas.
- Deja los cubiertos en el vinagre durante al menos 30 minutos o hasta varias horas, dependiendo de la gravedad del óxido. Puedes comprobarlos ocasionalmente para ver cómo progresa el proceso de eliminación del óxido.
- Una vez que el óxido se haya ablandado lo suficiente, retira los cubiertos del vinagre. Usa un cepillo de cerdas suaves para frotar suavemente las áreas oxidadas.
- Tras esto, notarás cómo el óxido se desprende con relativa facilidad debido al ablandamiento causado por el vinagre. Continúa cepillando hasta que se haya eliminado todo el óxido.
- Lava los cubiertos con agua y jabón para eliminar cualquier residuo de vinagre y óxido. Luego, sécalos completamente con un trapo o toalla.
- Para evitar que vuelvan a oxidarse, puedes aplicar una capa ligera de aceite mineral o aceite para utensilios de cocina en los cubiertos limpios. Esto ayudará a crear una barrera protectora.
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Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Con experiencia en medios audiovisuales y periodismo digital. Actualmente redactora web del área Núcleo de Audiencias en el Grupo El Comercio.