Debido a la pandemia del COVID-19, mientras el home office se volvía la regla en muchas empresas para prevenir el contagio, las actividades escolares seguían la misma regla al hacerse virtuales en todos los niveles.
En esas circunstancias, es necesario ser creativos y, sobre todo, muy organizados para trabajar desde casa, al tiempo de vigilar que los hijos realicen las actividades asignadas en el colegio para que no se retrasen en el ciclo escolar. ¿Cómo lograrlo? Maple Bear, institución educativa con más de 500 escuelas en 24 países, compartió algunas recomendaciones para hacer más llevadero el tiempo de encierro voluntario.
1. Organizar la agenda y establecer rutinas
Tanto los padres como los hijos deben tener horarios definidos para realizar sus actividades y en la medida de lo posible, que no sean interrumpidos. Revise qué actividades debe entregar su hijo y, con esa base, organice también su agenda: si usted tiene una videoconferencia, procure que sea en un tiempo en el que el niño también esté realizando alguna actividad que no requiera su supervisión. Lo fundamental es crear una rutina y seguir con los horarios que se tenían previamente; no dejarlos que se queden en pijama (ni usted tampoco) y tratar de seguir la rutina habitual.
2. Priorizar actividades y necesidades de los niños
Revise qué actividades tiene para el día su niño. Si le es posible, hable con los profesores para que dejen tareas que no requieran del uso de un dispositivo electrónico y que sean sencillas de resolver, haciéndoles ver que usted también está trabajando desde casa. Algo muy importante: no quiera que su hijo esté todo el día haciendo cosas del colegio; permítale hacer algo diferente, sin que afecte sus horarios de trabajo. Por ejemplo, dibujar un rato o escuchar música por unos minutos.
3. Definir un espacio de trabajo para ambas partes
Lo ideal es que no trabajen en la misma zona, ya que, aunque los hijos aprenden con el ejemplo, seguro habrá distractores para ambas partes y esto ocasionará retrasos en sus actividades. Es preferible que el niño tenga un lugar de trabajo y el padre o madre, otro. En caso de que no sea posible, es importante hablar con el menor para hacerle ver que usted también está cumpliendo con tareas asignadas y que los dos tienen tiempos de entrega.
4. Buscar interacción social de los niños
Los niños se enfrentan con un choque psicológico por el cambio de su rutina y, sobre todo, de su vida social. Si le resulta posible, puede organizar con los padres de algún compañero de su hijo una serie de videoconferencias, para que juntos realicen una actividad por ese medio, como una de las tareas que les dejaron. Esto les permitirá entender que se pueden adaptar a las circunstancias y que en algún momento regresará a lan ormalidad.
Si le resulta posible, tome ciertos descansos o salgan por la tarde al jardín, platique de las actividades del día o de algo que les gustaría aprender.
5. Reconocer las limitaciones y aprovecharlas
Involucrarse con las actividades de los niños es muy importante y rico para el proceso de aprendizaje de los menores. Pero en todo caso, comprenda que al final del día estar en casa encerrados, trabajando y estudiando puede ser una dinámica que los agote a ambos. Si le es posible, de vez en cuando cambie un poco su agenda y dedíquele tiempo a aprender algo nuevo con su hijo, esto les ayudará a reducir el estrés y regresara a la rutina menos cansado. Sea flexible con usted y con sus hijos.
En todas las acciones que lleve a cabo, la comunicación es fundamental para el éxito de estas. El niño debe comprender que el trabajo de papá/mamá en casa es igual de importante que cumplir con las tareas para él. La clave es aprender a organizarse y recordar que estar en un encierro puede ser estresante para ambas partes, pero sobre todo para ellos que están en una edad en que la socialización juega un factor clave en su desarrollo.