Las brochas y rodillos son herramientas indispensables para los trabajos de pintura. Sin embargo, es necesario lavarlas apenas terminamos de pintar y en MAG te brindamos los principales consejos.
Dentro de las herramientas de un pintor no deben faltar las brochas y los rodillos, dependiendo del tipo que sean y del tamaño. El primer instrumento se caracteriza por sus cerdas compactas, mientras que el segundo facilita los trabajos en superficies grandes.
Después de terminar un trabajo de pintura, algunas personas postergan el lavado de sus brochas y pinturas. Grave error, pues con el correr de las horas la pintura se secará y será mucho más difícil removerla.
Consejos para lavar brochas y rodillos después de pintar
- Después de pintar, quita el exceso de pintura que hay en las brochas y el rodillo con ayuda de papel absorbente
- En una cubeta de agua deja remojar las brochas o rodillas (es importante que no mezcles ambas herramientas). Asegúrate que el agua cubra los objetos
- Después de unos minutos, retira las herramientas de la cubeta y seca con papel absorbente
- Introduce nuevamente las herramientas, pero esta vez en una cubeta con agua tibia que contenga detergente de cocina
- Frota las brollas y rodillos y escurre hasta que el exceso de pintura desaparezca
- Deja secar al aire libre
Otro método
Otra forma de lavar las brochas y rodillas es recurriendo al grifo y simplemente a tus manos, tal como recomienda el canal de YouTube Pintando con Javi. En el caso de las brochas, el truco reside en abrir el medio de las cerdas y estrujar hasta quitar los residuos de pintura.
Para el caso de los rodillos, debes estrujar la parte rodante, mientras le das vuelta en el grifo y de cuando en cuando realizar apretones.