Esta situación es típica para muchos. Vas caminando por un centro comercial o tienda por departamento, ves una oferta y no te resistes a comprarla. Llegas a casa y te preguntas para qué la pagaste si no combina con muchas de las cosas que tienes en tu clóset. Con esta acción no solo te sigues llenando de jeans, abrigos o camisetas que no usarás cotidianamente, sino que alimentas el ‘fast fashion’. Aquí te explico cómo migrar hacia una moda sostenible y cuidar también tu bolsillo y el medio ambiente.
El término ‘fast fashion’ o moda rápida se refiere a los grandes volúmenes de ropa producidos de forma veloz por la industria textil y que siguen las últimas tendencias. Suelen ser a bajo costo con el objetivo de satisfacer la demanda constante y cambiante del mercado.
Además, generan una gran cantidad de residuos y emisiones contaminantes al trabajarse con materiales no reciclables y orgánicos, así como tintas y productos que no son amigables con el medio ambiente.
¿Cómo tener una moda sostenible?
Es aquí donde resulta vital el enfocarte en qué comprar y dónde hacerlo. Una gran opción es adquirir ropa y accesorios de marcas sostenibles, de segunda mano, reciclando o donando tu ropa. Te comparto algunos consejos brindados por el artista Neils Gayoso.
- Investiga y elige marcas sostenibles: Antes de comprar, investiga y elige marcas que se comprometan con prácticas sostenibles en su cadena de suministro. Busca marcas que utilicen materiales orgánicos, reciclados o de origen ético, y que trabajen con condiciones laborales justas. Algunas certificaciones que puedes tener en cuenta son GOTS (Global Organic Textile Standard) y Fair Trade. “Es cierto que las prendas certificadas y orgánicas pueden tener un precio más alto, pero eso no significa que no haya opciones sostenibles y asequibles dentro de las marcas locales”, explica el dueño de la marca de ropa Western Cactus y autor de la última colaboración de moda sostenible de marca alemana Jägermeister en Perú.
- Elige marcas locales: con esto estás apoyando a los diseñadores y artesanos de tu comunidad, lo que contribuye a fortalecer la economía local y fomentar el empleo. Estas marcas suelen tener una cadena de suministro más corta, lo que significa que hay menos transporte y emisiones asociadas. Además, al trabajar en pequeña escala, es más probable que estas marcas tengan una mayor visibilidad y control sobre las condiciones laborales de quienes producen sus prendas. Muchas veces, estas ofrecen precios más justos al eliminar intermediarios y brindar directamente sus productos. Apoyar a estas marcas no solo te permite obtener prendas únicas, sino que también contribuyes al desarrollo de tu comunidad y promover prácticas más justas y sostenibles en la industria de la moda.
- Escoge prendas duraderas y atemporales: En lugar de seguir las tendencias de la moda rápida, elige prendas duraderas y atemporales que no pasen de moda rápidamente. Busca piezas que estén bien hechas, con costuras resistentes y telas o tejidos de calidad que te duren más tiempo. Además, opta por colores y estilos versátiles que puedas combinar de diferentes formas.
- Considera la opción de comprar prendas de segunda mano: Puedes encontrar tesoros en tiendas de segunda mano, ferias locales, intercambios de ropa o plataformas en línea. Comprar ropa de segunda mano no solo es económico, sino que también ayuda a reducir el impacto ambiental al extender la vida útil de las prendas existentes y es un plan muy divertido.
- Haz un inventario de tu ropa y reutiliza: Antes de salir a comprar, haz un inventario de tu armario y redescubre las prendas que ya tienes. Es común encontrar prendas olvidadas que aún pueden ser utilizadas. Experimenta con diferentes combinaciones y estilos para darles una nueva vida. Al reutilizar lo que ya tienes, reduces la necesidad de comprar constantemente ropa nueva.
- Cuida y repara tus prendas: Aprende a cuidar adecuadamente tus prendas para prolongar su vida útil. Sigue las instrucciones de lavado y secado, evita el uso de secadoras y plancha solo cuando sea necesario. Si una prenda se daña, intenta repararla en lugar de desecharla.