Durante los días de verano es habitual que diversos comerciantes vendan en las calles marcianos, gelatinas u otros productos refrescantes. Sin embargo, el consumo de estos productos puede ocasionar problemas gastrointestinales, debido a su elaboración o exposición recurrente.
Las altas temperaturas se incrementan en los países del Hemisferio Sur y muchas personas sucumben ante la tentación de comprar en las calles marcianos, gelatinas, raspadillas o algún otro producto que ofrecen los comerciantes.
Si bien estos productos pueden aplacar el calor por unos minutos, también representan un peligro para tu salud, principalmente si no fueron elaborados en las mejores condiciones.
¿Cuáles son los riesgos de consumir Raspadillas, marcianos y gelatinas en las calles?
De acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS) de Perú, los marcianos, gelatinas, cremoladas y raspadillas que se venden en las calles pueden ser elaborados con agua contaminada, no tratada o incluso con hielo industrial
Además, muchas veces los ambulantes no emplean los artículos adecuados, lo que puede desencadenar en la aparición de bacterias.
“Estos productos pueden ser fuente de millones de bacterias que se confunden entre sus llamativos colores, formas y sabores, además, muchos ambulantes que los preparan y venden no usan guantes o mandil, facilitando que el sudor propio del cuerpo se adhiera a las bolsas de plástico o vasos descartables”, dijo el nutricionista Antonio Castillo Carrera del INS.
Debido a una incorrecta práctica de higiene, los productos que se ofrecen en las calles pueden contener en el peor de los casos coliformes fecales o termorresistentes.
En el caso de las raspadillas, el experto indicó que “Tampoco se conoce que tipo de colorantes utilizan para su elaboración y darles sabor a estos productos”. “Muchos comerciantes utilizan jarabes elaborados a base de colorantes artificiales que pueden causar irritación estomacal”, alertó.
¿Qué síntomas y enfermedades puede ocasionar el consumo de estos productos?
Si no se cuentan con las condiciones de salubridad para vender estos productos o se las elaboró sin las medidas de higiene adecuadas, los comensales corren el riesgo de padecer alguna infección o problema gastrointestinal. Los síntomas son dolores abdominales, diarreas o náuseas.
Las enfermedades más graves que puede ocasionar el consumo de estas elaboraciones, según Castillo Carrera, son enterocolitis (inflamación del tracto digestivo), gastroenteritis, salmonella y hepatitis A.
¿Qué productos refrescantes se recomienda consumir?
El especialista del INS recomendó a los comensales consumir productos naturales hechos en casa “previamente congelados, hechos a base de fruta lavada o alguna infusión helada, como el té helado”. También aconsejó ingerir productos manufacturados, con registros sanitarios y debidamente embolsados.
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