Es hora de maquillarte. Colocas sobre tu tocador las sombras, labiales, máscara de pestañas, rubor, entre otros y, sobre todo, tu nuevo juego de brochas y esponja para aplicar tu base de maquillaje. Es aquí donde seguro te preguntas cuál usar para tener un mejor acabado y la fórmula se funda perfectamente en tu piel. En esta nota te dejo la solución a esta interrogante de la mano de los expertos en belleza.
Cada producto que aplicamos tiene un papel crucial para lograr un look con una apariencia impecable y radiante. Es aquí donde resulta vital tener una base que combine a la perfección con tu tono de piel y perdure por más tiempo. Para lograrlo puedes aplicar un tip que es aplicar un poco en el cuello o la mandíbula y ver cómo se difumina perfectamente con la piel del rostro. Así lograrás una compra acertada.
Además, para que el maquillaje luzca como una segunda piel es necesario hacer toda la rutina de cuidado facial comenzando por la limpieza, la exfoliación semanal y la tonificación. Después, aplica el suero, la crema hidratante y el protector solar. Si realizas esta rutina de skincare, tu rostro se verá totalmente nutrido, natural, sin grietas, asperezas o zonas con más grasa, en otras palabras, como si no utilizaras base.
¿Qué es mejor aplicar la base con esponja o brocha?
Todo depende a la cobertura que quieras conseguir y de cuál base de maquillaje elijas, ya sea líquida o en crema.
“Si buscas cubrir imperfecciones al máximo, las brochas de doble fibra pueden ser tus mejores amigas, pero si no tienes tanto problema de cobertura y solamente buscas una complexión más pareja y natural, lo tuyo son las esponjas”, explican los especialistas de Mary Kay, marca que lanzó las bases TimeWise® que brindan una cobertura impecable y duradera mientras nutre y protege la piel ya que tienen acabado mate de larga duración, 12 horas de control de brillo y una fórmula ligera, resistente a la humedad y al sudor.
Es así que una brocha de pelo sintético te brinda una cobertura mayor, mientras que una esponja te permite obtener un efecto segunda piel, nada recargado.
Un punto importante para finalizar la aplicación de tu base de maquillaje es que no te olvides de sellar. Lo ideal es hacerlo con una esponja grande y polvo suelto (traslúcido), siempre en toquecitos. Luego, puedes rociar en toda la cara (a 15 cm de distancia) un poco de agua termal con propiedades calmantes, para que los productos aplicados se fundan con la piel naturalmente.
Cómo limpiar las brochas de maquillaje
1. Bicarbonato de sodio: Este método es muy sencillo y uno de los más eficaces. Cuando llegue el momento de hacerle una adecuada limpieza, tendrás que verter un poco de agua dentro de un recipiente y luego agregar dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Deja que las brochas y pinceles reposen en el interior del líquido, al menos, unas tres a cuatro horas. Pasado este tiempo, escúrrelos y espera que se sequen por completo para volver a usarlos.
2. Alcohol: el alcohol es excelente para cicatrizar las heridas, pero también para limpiar las brochas de maquillaje. No, no es el Día de los Inocentes. Si quieres puedes comprobarlo tú mismo desde la comodidad de tu casa. Deja los pinceles en remojo en medio vaso de alcohol durante unos 15 minutos. Así de simple y práctico. De esta forma arrasará con los gérmenes, suciedad y restos que estén acumulados en los productos.
3. Jabón neutro
Un jabón neutro se puede conseguir en cualquier supermercado o en la tienda más cercana. Lo único que debes hacer es colocar unas gotas de jabón sobre las cerdas de la brocha que vayas a limpiar y luego frotar con suavidad durante unos segundos.