En la foto se puede observar a un hombre con insomnio. | Imagen referencial: Pexels
En la foto se puede observar a un hombre con insomnio. | Imagen referencial: Pexels
Redacción Mag

Son muchas las personas que consideran algo normal despertarse entre las 3 y 4 de la , sin embargo, esto puede resultar un problema porque te demoras en conciliar y, por ende, estarás con menos energía durante el día. Algunos lo asocian con temas demoníacos, pero ¿en verdad tiene algo que ver? En las siguientes líneas te decimos por qué ocurre esto y de qué manera evitarlo.

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Son las 03:00 a. m. y, como por arte de magia, suena nuestro despertador interno. La primera reacción será mira el reloj del celular o pared para saber si ya es tarde para ir a la oficina o centro de estudios.

Asimismo, se nos viene todos las tareas y asignaturas pendientes, generado esto una gran angustia que hace difícil volver a conciliar sueño, pero ¿por qué siempre a esa hora? Aquí te lo contamos.

Procesos que regulan el sueño

Según Odile Romero, jefa de la Sección de Neurofisiología de la Unidad del Sueño del Hospital del Vall d’Hebron y miembro del grupo de trabajo de insomnio de la Sociedad Española del Sueño, en diálogo con , indica que existen dos procesos que regulan el sueño.

El primero recibe el nombre de proceso circadiano, el cual nos dice que somos seres diurnos y por ese mismo motivo, nos resulta más fácil estar despiertos de día y dormir por la noche. Todo lo contrario con los animales.

El otro proceso es identificado como homeostático, el cual se refiere que desde el preciso momento en que nos despertamos empezamos a generar la necesidad de volver a conciliar sueño. Para este caso, la doctora pone como ejemplo el caso de un vaso que empieza el día vacío y con el transcurrir de las horas se va llenando, pero de sueño.

¿Por qué nos despertamos?

Según el portal La Vanguardia, que habló exclusivamente con la doctora Romero, cada persona completa un par o tres ciclos de sueños, las cuales reciben los nombres de fase lenta superficial, fase lenta profunda y fase REM.

En las dos primera reparan el cansancio físico durante la jornada, mientras que la tercera, restaura la memora y la actividad intelectual. El primer ciclo dura máximo tres horas y es por ello que nos despertamos entre 3 y 4 de la madrugada.

Esta explicación cuenta con el respaldo de Gemma Sansa, neuróloga de AdSalutem Instituto del Sueño especializada en el tratamiento de los trastornos del sueño, en diálogo con , quien asegura que por la noche tenemos entre cuatro y seis ciclos de sueño, con una duración máxima de 90 a 120 minutos cada uno.


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