La enfermedad renal crónica (ERC), conocida también como insuficiencia renal crónica, afecta a miles de personas alrededor del mundo. Los especialistas definen esta patología como la pérdida gradual de la función de los riñones, órganos encargados de eliminar los desechos y el exceso de líquido mediante la orina. Esto ocasiona que no se filtre la sangre y que se acumulen en el organismo poniendo en riesgo la salud de los pacientes.
En etapas iniciales, esta patología no muestra señales, pues los síntomas como náuseas, vómitos, disminución de la cantidad de orina, pérdida de apetito, entre otros,se manifiestan en etapas avanzadas o cuando la función renal está seriamente afectada, según explica Anibal Zambrano, médico nefrólogo y presidente de la Sociedad Peruana de Nefrología.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar insuficiencia renal crónica se encuentran infecciones y cálculos renales, lupus, entre otros, pero son la diabetes y la hipertensión las enfermedades, que si no son controladas correctamente, aumentan el riesgo de desarrollar insuficiencia renal crónica.
COMPLICACIONES POR LA ENFERMEDAD
Entre estas destacan la retención de líquido, lo que puede causar hinchazón en los brazos y piernas; aumento en los niveles de potasio en la sangre, alterando el funcionamiento del corazón; cambios en la vida diaria, ya que los pacientes deben acudir aproximadamente 12 horas diarias a un centro de diálisis; daño irreversible en los riñones, que implica recibir diálisis de por vida o un trasplante renal; disminución del deseo sexual, disfunción eréctil o reducción de la fertilidad. Además, la acumulación de desechos y de líquidos en el organismo puede desencadenar el fallecimiento del paciente.
MITOS Y VERDADES
En el marco del Día Mundial del Riñón, que se celebra el 12 de marzo con el fin de promover la prevención de la enfermedad renal, la Dra. Ana Aguilar Rodríguez, nefróloga de Fresenius Medical Care del Perú, da a conocer los puntos que pueden confundir a las personas a la hora de tomar precauciones:
1. TOMAR GRANDES CANTIDADES DE AGUA
No necesariamente se deben consumir grandes cantidades de líquido. El agua es necesaria para mantener el balance de líquidos del organismo y depende de cada individuo la cantidad. La recomendación de agua, por ejemplo, a los pacientes que padecen cálculos renales o infección de tracto urinario con función renal normal, sí es ingerir grandes cantidades de líquidos.
2. DONAR UN RIÑÓN AFECTA LA SALUD Y FUNCIÓN SEXUAL
(FALSO) La donación de un riñón es segura y no afecta a la función sexual. Un donante renal puede vivir una vida normal siguiendo unas recomendaciones de estilo de vida saludable y con controles periódicos. Mantienen una vida sexual, marital y reproductiva, normal.
3. TODAS LAS ENFERMEDADES DEL RIÑÓN SON INCURABLES
(FALSO) Con un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno algunas enfermedades son curables y en otras conseguimos enlentecer la progresión. Por ello, la necesidad de realizarse un chequeo preventivo y estudios de laboratorio como exámenes de sangre y de orina para detectar la enfermedad.
4. NO NECESITO CONTINUAR EL TRATAMIENTO
(FALSO) Muchos pacientes con enfermedad renal crónica se sienten bien con una terapia apropiada, por lo que abandonan el tratamiento y las restricciones dietéticas. Esto resulta peligroso y puede desencadenar una rápida progresión de la enfermedad renal y en corto tiempo estos pacientes pueden llegar a un estadio avanzado y requerir tratamientos que sustituyen la función de los riñones, como son la diálisis y/o el trasplante.
5. LA DIÁLISIS EN UN PACIENTE CON FALLA RENAL ES PERMANENTE
Si la falla renal es aguda, puede que el paciente requiera la terapia con diálisis un tiempo y posteriormente se recupere dependerá del tipo de falla renal. En estadios avanzados de enfermedad renal (Enfermedad renal crónica terminal o avanzada) se requiere tratamiento de soporte con diálisis de manera regular de por vida.