Millones de personas han sido afectadas por el COVID-19, siendo las más comunes el daño en los pulmones, la pérdida del olfato, así como del gusto. ¿Sabes qué secuelas puede causar en el cerebro del ser humano? Atento a la nota.
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Una revisión en la revista científica Science publica el impacto del coronavirus en el sistema nervioso central. El estudio fue elaborado por científicos de la Universidad de Yale y del Instituto Nacional estadounidense de Enfermedades Neurológicas e Ictus. A continuación, te contamos los detalles.
¿CUÁLES SON LAS SECUELAS NEUROLÓGICAS DEL COVID-19?
Las secuelas neurológicas pueden ser varias, de acuerdo con un estudio publicado por la revista Science sobre el impacto del coronavirus en el sistema nervioso central. Estás son:
- La confusión (llamada “niebla mental”).
- Los ictus (riesgo de accidente cerebrovascular).
- Los trastornos neuromusculares.
- Problemas de concentración.
- Dolor de cabeza.
- Alteraciones sensoriales. (alteración de sensibilidad en la piel)
- Depresión.
- Fatiga intratable.
- Psicosis.
Estas complicaciones pueden persistir durante meses después de la infección, a veces como parte de un cuadro de covid persistente.
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¿CÓMO DAÑA EL SARS-COV-2 AL CEREBRO?
A pesar de la especulación inicial de que el SARS-CoV-2 podía entrar al sistema nervioso central a través de la cavidad nasal y la vía olfativa, no se han visto muchas células infectadas por el virus en el tejido cerebral de autopsias de fallecidos por COVID-19. Sin embargo, los principales impulsores de la enfermedad neurológica en el caso de un covid agudo son la activación inmunitaria y la inflamación en el sistema nervioso central.
El presidente de la Sociedad Española de Neurología, José Miguel Láinez, afirma que “no es un virus neurotrópico, hay poca afectación directa del cerebro. Aclara que “en la fase aguda, los trastornos cerebrales son consecuencia secundaria a la hipoxia (falta de oxígeno), la toxicidad, la neuroinflamación y la alteración vascular, pero no por la invasión directa del virus”.
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¿EL COVID PUEDE GENERAR ALZHEIMER O PARKINSON?
No está claro. De acuerdo con la revisión de Science, los investigadores apuntan a que la posibilidad de una neuroinflamación y lesión neuronal en casos agudos de COVID-19 pueden desencadenar o acelerar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer o Parkinson. Sin embargo, debido a que la enfermedad tiene solo dos años de descubierta, hay voces que difieren y consideran que es muy prematuro para conocer complicaciones a largo plazo.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS MÁS PELIGROSOS DE LA VARIANTE ÓMICRON?
Los cuatro síntomas más peligros de la ómicron, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, son:
- Dificultad para respirar.
- Dolor y presión persistente en el pecho.
- Confusión e incapacidad para despertar o permanecer despierto.
- Color pálido, gris o azulado en piel, labios y uñas, pues esto indicaría niveles bajos en la sangre.
¿QUÉ MEDIDAS PREVENTIVAS DEBEMOS TOMAR PARA EVITAR CONTAGIARSE DE COVID-19?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las medidas más eficaces que toda persona puede tomar para reducir la propagación del virus SARS-CoV-2 causante del COVID-19 son mantenerse a una distancia de al menos un metro de las demás personas, llevar una mascarilla bien ajustada, abrir las ventanas para ventilar las estancias, evitar los lugares abarrotados o poco ventilados, mantener limpias las manos, toser y estornudar en la flexura del codo o en un pañuelo desechable y vacunarse cuando les llegue el turno.
¿CÓMO SE ELIGEN LOS NOMBRES DE LAS VARIANTES DEL COVID-19?
Cuando llegó la pandemia, ante la aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2, los científicos comenzaron a nombrarlas combinando letras y números, algo que resultó en sí demasiado complejo, pues la abreviatura hacía referencia al país donde había sido identificado por primera vez, algo que para varios expertos resultó ser un estigma contra las personas de esas naciones.
Fue así que en mayo de 2021, la OMS cambió la forma de denominar las nuevas variantes y estableció que debía seguirse el nombre de las letras sucesivas del alfabeto griego, esto con el fin de garantizar nombres simples que fueran fáciles de decir y recordar.
Es así que una de las primeras variantes con mutaciones significativas detectadas por primera vez en el Reino Unido, B.1.1.7, se denominó alfa y otra variante amenazante que surgió en Sudáfrica en 2020 se denominó beta, publicó Independent en español.